Calificado por los expertos como uno de los mejores 911 Safari de la historia, este automóvil comenzó su vida como un auto para retocar, pero se convirtió en la construcción más completa de Kelly-Moss Road and Race (KMR).
Redacción Perspectiva
El auto, pintado en negro mate está considerado uno de los mejores proyectos de KMR, que construye algunos de los mejores modelos destinados al desierto del auto icónico de Stuttgart.
Willy podría ser uno de los mejores 911 Safari construidos hasta la fecha. Esta unidad inició como un sencillo 911 Carrera de 3.2 litros 1984 y fue comprado por Andy Kilcoyne en 2018.
Aunque el plan inicial requería algunos retoques, en 10 meses se convirtió en la construcción más completa de la compañía, con todas las piezas rediseñadas.
Entre los cambios más destacados están: arcos de rueda más grandes y marcados, parachoques delantero de aluminio, tres barras de luces: en el parachoques delantero, trasero y techo. Además, juego de llantas de aleación Braid Fuchs de 17 pulgadas envuelto en neumáticos 245/65 BFGoodrich All-Terrain KO2.
Otras piezas concretas incluyen un techo de kevlar-carbono y un depósito de gasolina de mayor capacidad, 64,5 litros.
El interior incluye una pareja de asientos de cuero Recaro, equipo radio-GPS Porsche Classic, amplificador de audio JBL, altavoces focales y un volante Momo Prototype
Con todos sus refuerzos y equipamiento extra, Willy solo pesa 1.135 kilos.
Colgando sobre el eje posterior se encuentra un motor de seis cilindros bóxer de 3.4 litros construido por KMR con inyección de combustible, pistones y cilindros de alta compresión Mahle, árboles de levas personalizados, gestión electrónica MoTeC y algunas cositas más que consiguen una potencia final de 345 CV. Una caja de cambios manual con un diferencial de deslizamiento limitado Billet Guard completa el paquete del tren motriz que, de ninguna manera, desmerece al total.
En cuanto al precio de esta maravilla, recientemente, este Porsche 911 Safari se subastó por US$375,000.