Hace tres meses se cumplió un año desde que el gobierno de Vladimir Putin pusiera en marcha su «Operación Militar» contra Ucrania. a partir de aquel 24 de febrero, las hostilidades entre ese país y Rusia han tomado un papel protagónico que se ha extendido más allá del este de Europa, incluso, con consecuencias globales.
Redacción Perspectiva
Los ataques, acusaciones mutuas e intentos por tomar el control de territorios como Bajmut han prolongado indefinidamente una guerra en la que ninguna de las partes vaticina dar marcha atrás o intentar realmente volver a la mesa de negociaciones y apostar por una solución diplomática. en medio del conflicto sigue estando una población a la espera de que sus temores se terminen, puedan regresar a casa y comenzar de nuevo sus vidas.
En el marco de los choques, Moscú sintió esta semana el impacto de un ataque inédito con drones, mismo que coincidió con una serie de bombardeos en Kiev. Varios de estos elementos cayeron en la madrugada de la jornada anterior contra edificaciones de la capital rusa y sembraron el temor entre la población.
“Estábamos todos durmiendo, eran las 4:00 a. m. de repente hubo dos explosiones y se activaron las alarmas de todos los coches”, relató Maxim, de 40 años, cerca de la calle Atlassova, donde cayó uno de los artefactos.
Vladimir Putin, acusó a las fuerzas ucranianas de querer sembrar el temor en su país. “el régimen de Kiev ha elegido aterrorizar a Rusia e intimidar a los rusos”, dijo el mandatario durante unas declaraciones por televisión pública.
De acuerdo con las autoridades, en total fueron ocho los drones detectados en Moscú y su región. estos habrían sido neutralizados; sin embargo, algunos fragmentos terminaron sobre los edificios.

Según el jefe del Kremlin, el ataque contra su nación es una represalia por el reciente bombardeo contra el cuartel general de los servicios de inteligencia militar ucranianos.
Al respecto, Kiev no se pronunció sobre un ataque contra ese lugar. Aunque el lanzamiento de drones hacia Moscú sólo dejó dos heridos sin daños materiales de consideración, las secuelas psicológicas no fueron menores.
Sobre este hecho, el gobierno de Putin nuevamente lanzó un señalamiento indirecto hacia las potencias occidentales, mismas que han mostrado (durante los últimos meses) su respaldo a Volodímir Zelenski.
Por su lado, el Departamento de Estado estadounidense afirmó que Washington no apoyaba “los ataques dentro de Rusia”.
Tanto la capital ucraniana como diversas zonas han vivido, particularmente en los últimos 15 meses, la zozobra por estar en medio de un conflicto del cual no se han librado ni los civiles, muchos de los cuales tuvieron que abandonar su país y la vida que conocían hasta entonces.
En cuanto a Rusia y otras zonas de la nación, la cantidad y proporción de ataques no es una constante que se viva a diario.