El 17 de diciembre de 1999 la Asamblea General de Organización de las Naciones Unidas (ONU) por medio de la resolución 54/134, declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en respuesta a la demanda que hiciera en 1981 el movimiento feminista latinoamericano para conmemorar el asesinato de María Teresa, Patria y Minerva Mirabal, tres activistas políticas de República Dominicana que fueron asesinadas durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
Cada 25 de noviembre se concentran esfuerzos para denunciar y visibilizar la violencia que se ejerce contra las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas en todos los países para su erradicación.
Dichas políticas en respuesta a los compromisos que los Estados adquirieron por medio de la Convensión Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer -Convención de Belem do Pará- aprobada por la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos en junio de 1994.
En Guatemala preocupan los datos alarmantes del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva que reporta que al 31 de octubre se han registrado 65,355 embarazos en niñas y adolescentes de 10 a 19 años, son un ejemplo claro de ello porque la mayoría de estos embarazos son resultado de violaciones sexuales que las obliga a maternidades forzadas, por tal motivo, el Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas exhorta al Estado a fortalecer las políticas públicas, los mecanismos y las estrategias institucionales orientadas a la prevención, sanción y la erradicación de todo tipo de violencia en contra de la mujeres, niñas, adolescentes y mayores de edad.
Y hace un llamado a la sociedad guatemalteca para unirse a la campaña para ponerle fin a la violencia en contra de las mujeres y sumarse a la campaña promovida por el Secretario General de las Naciones Unidas, #EscúchameTambién #HerMeToo #DíaNaranja #OrangeTheWorld.