La conceptualización de la ciudadanía y el poder ciudadano puede variar pero como bien señala François Dubet ―Conviene tener presente que no hay una sola ciudadanía; ésta cambia según las épocas, los países y las tradiciones, y sobre todo, no es homogénea y abarca varias dimensiones más o menos contradictorias entre sí.
Es decir, que la ciudadanía es una construcción histórico-social, y si pretendemos conocer de qué se trata la ciudadanía deberemos enfocarnos en una sociedad determinada y estudiar cuáles son las concepciones o sentidos dominantes que se sostienen acerca de la misma, y cuáles son las prácticas que responden a éstas concepciones.
Desde esta óptica, podemos interpretar, que el mismo Aristóteles ya nos señalaba en su “Política” la variabilidad de este concepto al afirmar: ―Pues a menudo se discute sobre el ciudadano y en efecto no todos están de acuerdo en quién es ciudadano. El que es ciudadano en una democracia con frecuencia no es ciudadano en una oligarquía.
De allí que para este autor resultara tan importante estudiar distintos regímenes políticos tanto ideales como existentes. Así, mediante la crítica de la República de Platón o de los regímenes políticos de Creta o de Cartago, puede identificar las prácticas y las leyes que rigen o que se proponen para distintas culturas, lo cual le permite juzgarlas y formular sus propias consideraciones acerca del régimen político ideal.
Estos aspectos nos dejan pensar cuan dependientes son las prácticas y las concepciones acerca de la ciudadanía y la organización social, de las condiciones históricas de una formación social determinada. Pensamos que las ideas de ciudadanía y de ciudadano son una construcción social que se van formando y reformando al calor de los complejos procesos de estructuración social.
Como bien señala Oszlak: ―La formación del Estado es un aspecto constitutivo del proceso de construcción social. De un proceso en el cual se van definiendo los diferentes planos y componentes que estructuran la vida social organizada. En conjunto, estos planos conforman un cierto orden cuya especificidad depende de circunstancias históricas complejas.
Dentro del complejo de relaciones que se establecen en la constitución de una sociedad, tales como las relaciones de producción, la estructura de clases, la creación de instituciones jerarquizadas con funciones específicas; entre otras variables, el concepto, los atributos y las prácticas de lo que se denomina ciudadano, se van constituyendo como un producto acorde a los condicionamientos políticos, económicos y sociales de un período histórico.