Esta semana, OpenAI ha captado la atención no solo por su avanzada inteligencia artificial, sino también por los recientes acontecimientos que han agitado los cimientos de la compañía. El despido de Sam Altman, su incorporación a Microsoft y las protestas de los empleados amenazando con abandonar la empresa han creado un ambiente de incertidumbre.
Redacción Perspectiva
En medio de este caos, OpenAI ha lanzado una sorprendente novedad para todos sus usuarios: ChatGPT Voice. Contrario a las expectativas, esta función no estaba destinada únicamente a los suscriptores de ChatGPT Plus, sino que ha sido abierta para todos los usuarios, como un rayo de innovación en medio de la tormenta.
La característica estrella, ChatGPT Voice, permite a los usuarios interactuar con la inteligencia artificial a través de comandos de voz, marcando un paso significativo hacia una experiencia de usuario más natural y fluida. Similar a los asistentes de voz conocidos como Siri, Alexa o Google Assistant, ahora es posible realizar preguntas verbalmente, eliminando la necesidad de escribir el prompt y reproduciendo las respuestas de la misma manera.
La tecnología detrás de esta función, llamada Whisper, analiza rápidamente la voz del usuario para generar conversaciones extensas, buscando lograr una interacción más humana y cómoda. OpenAI ha apostado por esta nueva dimensión de la inteligencia artificial para ofrecer diálogos más naturales, equiparables a tener un asistente de voz personal.
Resulta notable que el anuncio de esta innovación provenga de Greg Brockman, cofundador de OpenAI, quien fue sorprendentemente despedido junto con Sam Altman. La noticia ha desconcertado a muchos, ya que compartir avances de una empresa que te ha desvinculado, especialmente cuando ya te encuentras en otra como Microsoft, es inusual. Las respuestas a la publicación reflejan la sorpresa general, pero también sugieren un profundo compromiso y aprecio de Brockman hacia el producto que ayudó a crear, independientemente de las decisiones de la junta directiva.