Alejandro Sinibaldi descalificó implícitamente los testimonios de empleados de Oderbrecht que lo señalaron. Esto podría poner en una situación incómoda al jefe de la FECI, Juan Francisco Sandoval, quien según expresó Raúl Falla en una columna de opinión, trataría de controlar las declaraciones del ex ministro.
Roxana Orantes Córdova
La breve declaración del ex presidenciable del Partido Patriota (PP) y ex titular del Ministerio de Comunicaciones Infraestructura y Vivienda (MICIVI), Alejandro Sinibaldi, puso una sombra de duda sobre la declaración de ex empleados de Oderbrecht que ejercieron como testigos protegidos luego de una negociación que significó para Guatemala perder US$380 millones, porque el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), acordó que Guatemala no recibiría indemnización de Oderbrecht a cambio de testimonios que hoy Sinibaldi puso en duda.
Si el testimonio de Sinibaldi se le “escapa de las manos” a Sandoval, podrían surgir muchos elementos que hagan tambalear un edificio de naipes construido con base en las declaraciones de tres testigos protegidos, cuya palabra fue tan valorada en su momento, que la FECI renunció a la posibilidad de que Guatemala fuera indemnizada por Oderbrecht por unos US$380 millones, a cambio de contar con los testimonios de directivos de la firma, quienes coincidieron en señalar a Sinibaldi.
Según el ex ministro, estos testigos no contaban con su regreso y optaron por la “salida fácil” de responsabilizarlo. Sin embargo, su presencia en el país y la posibilidad de que destape nuevos elementos del caso, podrían cambiar el panorama y plantear la interrogante sobre la necesidad de testimonios que finalmente, no eran tan valiosos como pensó la FECI.
Antecedentes necesarios
En 2017 y cumpliendo órdenes de Thelma Aldana, Sandoval viajó a Brasil donde se reunió con Eduardo Oliveira Gedeon, quien representaba a Oderbrecht. Acordaron el pago de US$17 millones como reparación por los sobornos que pagó la firma para que se le adjudicara la construcción de la carreterra C4 2 Occidente.
Este acuerdo convirtió a Oliveira en “colaborador eficaz” de la FECI. Además, obtuvo otros dos convenios de colaboración, con Marcos de Cerqueira Lima Machado, representante de Oderbrecht en Guatemala, y Luis Antonio Mameri, ex presidente de Oderbrecht para América Latina.
Los tres testimonios señalaron a Sinibaldi, quien como titular del MICIVI habría sido el enlace entre la firma constructora y los sobornados (diputados, alcaldes), y fueron usados por la FECI por lo menos dos veces: para solicitar las capturas y en el juicio contra Juan Ignacio Florido, Juan Manuel Molina Coronado y Jorge Eduardo Antillón Klussman y Juan Arturo Jegerhlener (concuño de Sinibaldi).
Aunque con mínimos resultados, los testimonios de los brasileños fueron muy valorados por la FECI en aquel momento. Hoy, las palabras de Sinibaldi restan crédito a esos testimonios extraordinariamente onerosos para el Estado guatemalteco, y que además, según la Procuraduría General de la Nación (PGN) y penalistas como Raúl Falla y Giovanni Fratti, fueron obtenidas de forma ilegal e ilegítima por la FECI.
Todos recibieron indemnización…excepto Guatemala
Cuando estalló el escándalo de Oderbrecht a través del mundo, los gobiernos de Estados Unidos y Suiza emprendieron una ardua negociación para lograr que la firma pagara indemnizaciones a los países donde se habían cometido esos actos de corrupción. Por ejemplo, Argentina recibió US$35 millones; Perú US$29 millones; Brasil US$349; Ecuador US$33.5 millones y Panamá US$59 millones.
Sin embargo, como consecuencia de la negociación emprendida por Sandoval y mencionada anteriormente, Guatemala debió conformarse con un pago de US$17 millones, por concepto de “devolución de los sobornos pagados”.
Esta negociación careció de legalidad y legitimidad, porque Sandoval se atribuyó la representación del Estado y negoció en nombre de Guatemala, ha dicho repetidas veces Raúl Falla. La ex procuradora Anabella Morfín también señaló la ilegalidad de que un fiscal jefe de sección, como Sandoval, actuara representando al Estado, en una posición que solamente le correspondía a la PGN.
“Pensó que yo nunca iba a regresar”, dijo Sinibaldi
Aunque el retorno de Sinibaldi como colaborador eficaz fue presentado como un nuevo logro de Sandoval y logró disipar la atención mediática de los señalamientos contra el fiscal, el ex ministro es un arma de doble filo para la FECI, la fiscal prófuga Thelma Aldana y otros funcionarios y operadores de justicia que se vieron salpicados de corrupción en las declaraciones de Anelisse Herrera, ex asistente de Sinibaldi.
Hoy se produjo un caso insólito en tribunales. Según denunció Giovanni Fratti en su cuenta de Twitter, la primera audiencia de Sinibaldi fue secreta “como si fueran Inquisición Miguel Ángel Gálvez, Sandoval y Sinibaldi, corrupto ministro de Comunicaciones. ¿Por qué sacan a la prensa, si el proceso penal tiene como principio rector la publicidad?”.
Según Fratti, la audiencia en secreto se realizó para tapar la corrupción y la complicidad de Sinibaldi con Thelma Aldana y para tapar la corrupción de Sandoval y Aldana con Oderbrecht.
Sin embargo, las declaraciones de Sinibaldi parecen indicar que el ex funcionario tendría la intención de realizar un fuerte destape, sin importar a quién señalaría y pese al aparente acuerdo con Sandoval y el juez.
Según dijo a los medios, refiriéndose a Oderbrecht: “en el único país donde ha actuado de manera diferente es Guatemala”. Aunque no lo especificó, no es difícil deducir que se refiere a la falta de pago de indemnización.
Además, Sinibaldi aseguró: “Oderbrecht pensó que yo nunca iba a regresar. Y lo más fácil para sus colaboradores eficaces era decir que el único culpable era Alejandro Sinibaldi. Ellos cometieron delitos continuados en el país. Nunca me mandé solo ni actué solo”.
Según dijo Falla en su columna de opinión, Gálvez y Sandoval “tratarán por todos los medios posibles de tomar el control de la declaración que brindará el reo Alejandro Sinibaldi, para lograr así evitar que brinde información para la investigación y en su caso, ocultar a la población los casos de corrupción que se consumaron durante la administración Aldana-Véliz.
Y concluyó: “De llegar a consumarse una ilegalidad de esta naturaleza, procederemos a promover las denuncias correspondientes, a efecto de que los involucrados sean investigados y caiga sobre ellos todo el peso de la ley”.