El presidente Juan Manuel Santos asumió la responsabilidad en nombre del Estado colombiano por los sangrientos hechos ocurridos durante una operación militar de retoma del Palacio de Justicia después de haber sido ocupado por la guerrila del M19, el 6 y 7 de noviembre de 1985 en Bogotá.
Aquí se sacrificó a la Justicia y a sus más altos magistrados, además de abogados, funcionarios y visitantes ocasionales del Palacio, y comenzó la tragedia de otros tantos que hasta este momento se sigue descubriendo en todos sus detalles», agregó.
El exgrupo guerrillero Movimiento 19 de abril (M-19) tomó decenas de rehenes para presionar al gobierno del entonces presidente Belisario Betancur en medio de un proceso de paz.
El gobierno de Betancur reaccionó ingresando al edificio a la fuerza, donde hubo intercambios de disparos, un incendio y al final, una mascre que todavía, 30 años después, cuenta con desaparecidos y casos no resueltos.
Entendemos y acompañamos su dolor. Por eso, reparar el daño que la guerra les ha causado y evitar que otros nuevos compatriotas se conviertan en nuevas víctimas es nuestro más firme propósito».
Violación de derechos y garantías
Hoy reconozco la responsabilidad del Estado colombiano y pido perdón», dijo el presidente nombrando una lista de víctimas, cuyos casos son todos distintos.
Así como hay magistrados, hay también empleados de la cafetería, estudiantes, o casos como el del magistrado auxiliar Carlos Horacio Urán, que años después del evento se comprobó que salió vivo del edificio y luego fue torturado y asesinado por las mismas fuerzas del Estado.
El Estado violó el deber de respeto y garantía a los derechos a la vida, a la libertad personal, a la integridad personal y al reconocimiento de la personalidad jurídica, consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y el artículo primero de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada».
Una orden de la Corte
El acto «simbólico» de perdón responde a una orden emitida por la Corte Internacional de Derechos Humanos.
Sin embargo, el presidente colombiano dijo que asumir la responsabilidad lo hacía «de corazón, no sólo para cumplir una orden».
El presidente enmarcó su discurso en la coyuntura del proceso de paz de Colombia con la guerrilla de las FARC.
Sin embargo las vícitmas, que aceptaron el perdón simbólico, aclararon en el mismo acto, a través de varios de sus representantes, que no están satisfechas con el desarrollo de la justiciahasta el momento y que esperaban que el expresidente Betancur asumiera su resposabilidad.
Fuente: BBC