Guatemala ocupa un lugar privilegiado entre los países del mundo, posee una alta concentración de diversidad biológica y dentro de esta, la vida silvestre ocupa un lugar importante para nuestra nación.
El 20 de diciembre de 2013, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, decidió proclamar el 3 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre con el propósito de concienciar acerca del valor de la fauna y flora silvestres.
A raíz de ello, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), como ente rector de su conservación y responsable de normar su uso o aprovechamiento, reitera el llamado: NO compre, ni aproveche animales y plantas silvestres que no estén autorizadas por el CONAP, de esta forma contribuye a evitar que cada día se eliminen especies de nuestro entorno natural.
Los humanos compartimos el planeta con aproximadamente 8.7 millones de especies. Sin tener estudios exhaustivos aún, en Guatemala se han reportado 6 mil 159 especies de fauna silvestre y 10 mil 317 de flora silvestre nativa, esta riqueza biológica, entre otras, llena de endemismo y rarezas, es una de las características que le ha valido a nuestro país a ser incluido en el Grupo de los 19 Países Megadiversos Afines de Naciones Unidas.
Lamentablemente la vida silvestre en nuestro país sufre de diferentes amenazas, actualmente se registran 2 mil 343 especies en los Listados de Especies Amenazadas, documento técnico que emite el CONAP y que este año se tiene planificado actualizar mediante un proyecto del Fondo Nacional para la Conservación de la Naturaleza.
En ocasión de la conmemoración anual, Naciones Unidas señala que “además de su valor intrínseco, la fauna y la flora salvajes contribuyen a los aspectos ecológicos, genéticos, sociales, económicos, científicos, educativos, culturales, recreativos y estéticos del desarrollo sostenible y del bienestar de los seres humanos”. “El futuro de la vida silvestre está en nuestras manos”, sentencia dicho organismo.
El CONAP con apoyo del Ministerio Público y la Policía Nacional Civil decomisa alrededor de 500 animales silvestres por año. Las especies más decomisadas son loros, pericas, guacamayas y algunos reptiles, quienes cruelmente son extraídos de sus hábitats para ser llevados como mascotas a casas.
De acuerdo a la Ley de Áreas Protegidas, las sanciones por aprovechamiento y tenencia de vida silvestre son cárcel de hasta 10 años y multas de hasta Q 20 mil.