La OPS, grupos de la sociedad civil y médicos de Nicaragua hacen un llamado a la población para que se proteja y se confine voluntariamente ante el aumento de casos de COVID-19. El gobierno continúa afirmando que la situación está controlada y no es necesario el uso de medidas extremas.
Redacción Perspectiva
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), apoya la petición de médicos y grupos de la sociedad civil que exhortan a la población a realizar una cuarentena voluntaria. La OPS manifestó su preocupación este martes por el aumento de casos de COVID-19 y la falta de un registro certero de parte de las autoridades de salud.
“La situación en Nicaragua es muy preocupante”, indicó el director de Emergencias Sanitarias de la OPS, Ciro Ugarte, durante una videoconferencia informativa de la entidad.
Las autoridades en Nicaragua han evitado cerrar escuelas, negocios o restringir eventos masivos al contrario ha organizado marchas y eventos multitudinarios sin la mínima precaución. La renuencia del gobierno nicaragüense de tomar acciones preventivas ha empeora la situación dicen los representantes de las más de 30 asociaciones civiles que se unen al llamado de alerta.
Según los datos oficiales Nicaragua con más de 6.2 millones de habitantes, registra 759 casos de COVID-19 y 46 fallecidos. Sin embargo la ONG Observatorio Ciudadano señala al menos 2,966 casos y 805 fallecidos por coronavirus.
El epidemiólogo nicaragüense, Leonel Argüello Yrigoyen dijo a Radio Francia Internacional (RFI) que la situación en Nicaragua es caótica. Además resaltó que el gobierno está ocultando la gravedad de la situación.
Leonel Argüello es miembro del Comité científico interdisciplinario, conformado por profesionales de la salud que atienden a la población afectada por la pandemia del COVID-19 ante la inacción del gobierno de Daniel Ortega.
Según Argüello, las autoridades de salud obligaron a médicos y trabajadores de la salud a no utilizar mascarillas y equipo de protección en la atención de casos de coronavirus para evitar que las personas se “asustaran”. El epidemiólogo asegura que esto provocó que al menos 300 trabajadores de la salud enfermaran y 32 médicos y enfermeras fallecieran.
Argüello indicó que los hospitales se encuentran desbordados y mal abastecidos. La comunidad médica está preocupada por el peligro que representa la atención de pacientes con COVID-19 sin el equipo apropiado.
El gobierno de Nicaragua, sigue sin aceptar la gravedad de la pandemia. Mientras tanto los demás países centroamericanos intensifican medidas para afrontar la curva epidemiológica que está llegando a su punto crítico según expertos.