Por: Karen Beltethón
Guatemala es un país de bombas de tiempo, en cualquier momento puede detonar una o todas. El problema del transporte es una de ellas. Hay muchas más: los drenajes, el agua potable, los impuestos, el narcotráfico, la corrupción y un infinito etcétera. Hay un término muy de moda en psicología, la procrastinación, que se refiere a dejar las cosas para después. Nuestras autoridades municipales y gubernamentales serían el deleite de los psicólogos a la hora de estudiar los terribles efectos que un problema como este puede llegar a tener. Más temprano que tarde las situaciones explotan y sus consecuencias –que pudieron ser evitadas- devastan una sociedad que agoniza.
Ahora la polémica está dada por las restricciones del nuevo horario para el transporte pesado impuesto por la que Municipalidad de Guatemala –léase Álvaro Arzú- que fueron publicadas en el Diario Oficial. La Gremial de Transportistas reaccionó con paros y huelgas. Aquí empieza la guerra campal entre la Municipalidad y la Gremial de Transportistas –como es costumbre con muy pocas propuestas de soluciones claras y definitivas por parte de los dos-.
La postura del Consejo Municipal de la Ciudad de Guatemala a través del comunicado del 25 de octubre era mantener un ordenamiento territorial y vehicular. En el cual se prohíbe la circulación de cabezales de lunes a viernes de 5 horas a 9 horas y de 16:30 a 21 horas en el área central de la ciudad.
El 28 de octubre fue publicado en el Diario de Centro América el acuerdo 13-2016 que contiene seis artículos, en el que restringe con nuevo horario para la circulación de trasporte pesado, especificando las zonas y áreas de la ciudad.
Incluso en un segundo comunicado de prensa con fecha 5 de noviembre, aclaran que la decisión no fue tomada abruptamente ya que desde diciembre de 2015 se venían dando mesas de diálogos con la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), Cámara de Industria, Cámara de Comercio, CACIF, CUTRIGUA, Amcham y distintas gremiales de transporte pesado. Insistieron en que quedaban firmes los nuevos horarios y la restricción de vehículos pesados en el área central de ciudad. Aseguraron no echarse hacia atrás en cuanto a hacer cambios en el acuerdo.
El vocero de la Municipalidad Carlos Sandoval, aseguró a Emisoras Unidas que habían sacado una nota falsa en la cual afirmaban que los trasportistas dispondrían de 1,000 cabezales para una manifestación, sin embargo, el periodista Luis Felipe Valenzuela aclaró que no fue ninguna nota falsa ya que el mismo secretario del sindicato Rony Mendoza lo había confirmado.
Por otro lado, de acuerdo a lo que declaró el secretario del sindicato de trabajadores del transporte a Emisoras Unidas, fue que algunos de los pilotos fueron amenazados incluso con perder su trabajo y quitarles el contrato con empresas grandes.
Cabe mencionar que Mendoza confirmó que tomaron la decisión a nivel Asamblea para paralizar las labores en Tecún Umán, Pedro de Alvarado, Aguas Calientes, El Rodillo y detrás la Aduana de Puerto Quetzal. Su objetivo era presionar al alcalde Álvaro Arzú para solicitar que se realizara una reunión en la cual estuvieran involucrados la Cámara de Industria, el Cacif, la Municipalidad y la Gremial de Transportistas.
La información que se daba en los medios hasta cierto punto era confusa, entre dimes y diretes. Los transportistas calificaron poco accesible a la Municipalidad. Hasta cierto punto cuando declararon en la radio que escuchar hablar al vocero de la municipalidad, era como escuchar al actual Alcalde.
Sin embargo, reconocieron los de la Gremial que la canasta básica sí se vería afectada por el paro que realizaron durante 10 días. Por otra parte, necesitaban exponer a la ciudadanía que la restricción sí les afecta ya que deben levantarse a las dos de la madrugada para iniciar labores, dejando en claro que ellos nos son robots sino seres humanos que también se cansan. Ya que en un día laboral ellos estarían llegando a sus hogares a las 11 horas para poder dormir y levantarse al otro día a las dos de la madrugada.
Reconocen que a veces trabajan 24 a 48 horas de corrido y que se mantienen despiertos tomando bebidas energizantes o bien fumando. Sin embargo, el sueño los puede vencer y sufrir accidentes. Lo que buscan es una solución. El presidente del Comité de Organización de la unión de Pilotos Profesionales del Transporte Pesado de Carga por Carretera, Gerónimo Juárez, expresó que lo único que quieren es una mesa de diálogo de alto nivel para buscar el beneficio de todos.
Finalmente, el Ejecutivo interviene y en la reunión del lunes 7 el Consejo Municipal toma la decisión de dejar el horario entre semana igual, modificando solo el horario del sábado. Es decir, la Gremial de Trasportistas se salió con la suya. ¿Será que existe un trasfondo oscuro en el cambio de horario? ¿Será que quieren beneficiar a alguien en particular? ¿Realmente son los transportistas quienes hacen el tránsito? ¿Por qué la Gremial solicitaba una mesa diálogo de alto nivel cuando ya se había dado con algunas entidades? ¿Optimizar FEGUA no sería más barato y confiable que utilizar el transporte pesado? ¿Qué pasó con FEGUA durante el gobierno de Álvaro Arzú?