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Después de dos semanas de receso los diputados volvieron al hemiciclo para continuar con la reforma electoral. En la sesión del martes, luego de casi una hora y media de retraso, se inició guardando un minuto de silencio por las víctimas del accidente de un bus en Nahualá.
El primer debate álgido se generó por una enmienda presentada por el diputado Fernando Linares que proponía una segunda vuelta electoral en la elección de alcaldes, en caso de que ninguno de los contendientes ganara con suficiente mayoría. La medida fue rechazada argumentando que acrecentaría la conflictividad social y contraería más gastos para el Tribunal Supremo Electoral, dado que en el país existen 340 municipios.
En medio de dicha discusión, Mario Taracena manifestó su malestar porque, como ha sucedido en las sesiones anteriores, se seguía violando el acuerdo de Jefes de Bloque para no presentar enmiendas, sobre todo las que proponían la creación de nuevos artículos.
Sin embargo, las enmiendas siguieron presentándose. Álvaro Velásquez, por ejemplo, presentó una enmienda para establecer el voto uninominal, que tampoco fue aprobada.
Los temas que generaron mayor debate vinieron a continuación.
El primero de ellos fue la discusión sobre el voto nulo. Si bien fue aprobado, estableciendo que en caso de ganar el voto nulo deberán repetirse las elecciones, se le quitó, lo que a decir de la diputada Nineth Montenegro, era el verdadero espíritu de esa reforma. Los diputados decidieron eliminar la parte en que se establecía que en caso de ganar el voto nulo no sólo habría que repetir la votación sino que además, los partidos deberían presentar nuevos candidatos. Esa fue la razón por la que Encuentro por Guatemala votó en contra.
En otra reforma trascendental, se fijó en 160 el número de diputados, incrementando la representación por El Progreso y el Listado Nacional. Esto, evitaría que con el crecimiento de la población se de también un crecimiento excesivo en la cantidad de diputados que les representan.
Acto seguido los diputados, en el art. 56 y con 115 votos a favor, eliminaron el límite para la reelección. Una medida que ya antes había sido solicitada por la Corte de Constitucionalidad. Si bien esta medida recibió el rechazo de la población presente, cabe destacar que otra reforma la del art. 57 va acorde con las reformas ya hechas a la Ley Orgánica del Legislativo puesto que prohíbe el transfuguismo no sólo para diputados sino también para las corporaciones municipales.
Luego volvió el tema más polémico de esta reforma, el que establece la paridad en la inscripción de candidatos a cargos de elección popular, propuesta en el art. 60. Con el abucheo de representantes de organizaciones de mujeres presentes en el palco de visitas, esta era improbada al solamente obtener 86 votos a favor de los 105 necesarios para su aprobación. Esto, mientras las diputadas mujeres, reunidas en el centro del parlamento, intentaban defender la reforma.
Sin más, el quórum fue suspendido, en medio de apagones de la energía eléctrica. Será el jueves, cuando se espera que la reforma llegue a su punto final.