El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, se impuso en las urnas canaleñas con el fuerte respaldo del popular expresidente Ricardo Martinelli, y según medios internacionales, ahora tendrá que buscar consensos ante la nueva configuración del Legislativo, donde se dio una de las mayores sorpresas de los comicios del domingo con la irrupción de los independientes.
Redacción Perspectiva
Mulino se impuso como el candidato con mayor cantidad de votos para presidente de Panamá con un porcentaje mayor al 30% en lo que va del escrutinio, cumpliendo con las estimaciones de la mayoría de los sondeos que lo ubicaban como el gran favorito, y después de sustituir de manera inesperada al ex mandatario Ricardo Martinelli (2009-2014), inhabilitado por un caso de corrupción.
Antes de conocer su triunfo electoral, el flamante jefe de Estado aseguró que retomaría los “buenos tiempos” de la administración de su valedor político, a quien visitó este domingo en la Embajada de Nicaragua en Panamá, donde se encuentra asilado para evitar ir a prisión.
Unos 3 millones de panameños estaban llamados a las urnas este domingo para elegir al nuevo presidente y vicepresidente, 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen), 71 diputados a la Asamblea Nacional (AN), 81 alcaldes, 701 representantes de corregimiento y 11 concejales, todos con sus suplentes, para el período constitucional del 1 de julio de 2024 al 30 de junio de 2029.
¡Ganamos, carajo! Misión cumplida Gracias, Panamá 🇵🇦 pic.twitter.com/aMKhGs8FyJ
— José Raúl Mulino (@JoseRaulMulino) May 6, 2024
El 5 de marzo pasado, Mulino se convirtió oficialmente en el candidato presidencial del partido Realizando Metas (RM) después de que el Tribunal Electoral (TE) inhabilitara a Martinelli como aspirante al Ejecutivo tras ser sentenciado a más de 10 años de prisión por blanqueo de capitales.
El Tribunal Electoral de Panamá resolvió que en la papeleta de votación, en la casilla de los partidos Realizando Metas y el partido Alianza, debía aparecer Mulino para reemplazar a Martinelli, al ser su candidato a vicepresidente, algo que, aunque fue impugnado ante la Corte Suprema de Justicia, no se decidirá hasta después de las elecciones.