En un comunicado oficial el gobierno hondureño cuestionó la reacción del Ejército de Guatemala ante la resistencia de algunos integrantes de la caravana en su tránsito por Guatemala.
Redacción Perspectiva
Desde el pasado viernes, miles de hondureños han ingresado al país, algunos de forma ilegal al evadir los protocolos de bioseguridad requeridos para proteger a la población guatemalteca de nuevos contagios de COVID-19. Al momento, se ha reportado al menos un caso positivo de coronavirus entre las personas que integran la caravana de migrantes.
Las autoridades hondureñas instan a Guatemala respetar a la población migrante, quienes en algunos casos salieron de Honduras sin documentos de identificación, con menores sin la compañía de sus padres y sin contar con la certificación de la prueba de COVID-19 requerida para ingresar al país.
En el comunicado, el gobierno de Honduras se refirió al enfrentamiento provocado por un grupo de migrantes que intentó romper el cerco de seguridad en Vado Hondo Chiquimula, el pasado sábado 16 de enero.
Las autoridades hondureñas solicitaron a las guatemaltecas «esclarecer las acciones realizadas por los cuerpos de seguridad guatemaltecos».
«El Estado velará por la observancia de los derechos de los migrantes garantizados por el derecho nacional, regional e internacional, y en particular los derechos de protección internacional», indica la Cancillería de Honduras.
En el comunicado, la cancillería de Honduras también hace un llamado a sus ciudadanos para «no exponerse a los peligros que implica la ruta migratoria hacia los Estados Unidos de forma irregular».
Por su parte, el gobierno de México exhortó «a las autoridades de Honduras para que atiendan «oportunamente» el flujo irregular de personas migrantes «de tal manera que prevengan nuevos desplazamientos» de cara a la nueva caravana que avanza rumbo a Estados Unidos.
Se estima que más de 6 mil hondureños ingresaron de forma irregular a Guatemala. Por ahora la mayoría se encuentran varados en Vado Hondo, Chiquimula, luego de numerosos intentos de romper el cordón de seguridad a cargo de la Policía Nacional Civil y el Ejército de Guatemala.
