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martes, septiembre 2, 2025

Los cantos que festejan la Natividad

De todas las canciones, probablemente los villancicos sean las más evocativas para la cristiandad. Nos remontan a las navidades de nuestra infancia y están llenas de tradición. Hoy, Perspectiva comparte con sus lectores una breve reseña sobre la historia de estos cantos populares.

Roxana Orantes Córdova

Sus letras nos provocan alegría y al mismo tiempo nostalgia. Son las canciones que casi todos hemos escuchado desde que tenemos uso de razón y evocan la Navidad. Los villancicos son cantos que se remontan al siglo V, cuando los idearon los evangelizadores para contar la historia de la Natividad a quienes no sabían leer (la mayoría en aquella época).

El nombre “villancico” significa “canciones de los villanos”, como se conocía a la gente del pueblo que habitaba en las villas. Aparecieron entre los siglos XVII y XVIII; cantadas por aldeanos y campesinos que hablaban en lenguaje popular, compusieron estas canciones alusivas a la Natividad, que contribuyeron a crear lo que hoy conocemos como “espíritu navideño”.

En España, uno de los primeros compositores de villancicos fue el Marqués de Santillana, escritor lírico que creó canciones navideñas para celebrar con sus tres hijas. Hacia el siglo XIII, los cantos navideños eran conocidos en el mundo cristiano, junto con los nacimientos de San Francisco de Asís, quien ideó esta forma de representación por el mismo motivo que los evangelistas crearon los cantos navideños: para que las personas analfabetas conocieran la historia bíblica.

Su origen popular y “villano” explica el tono ingenuo y en ocasiones humorístico de muchas letras. El burrito sabanero, los peces que beben en el río y muchas otras figuras que llegaron hasta nuestros días, donde además de esas viejas canciones españolas, escuchamos villancicos de otros orígenes, como Noche de Paz, surgida en una noche invernal de Alemania hace poco más de 200 años; el Niño del Tambor, tonada checoslovaca o incluso Blanca Navidad, usada como tema para la película estadounidense de los años cuarenta y que se convirtió en un símbolo navideño.

En Guatemala, de la mano del Hermano Pedro

En la ciudad de Santiago de los Caballeros de Goathemala, fue el santo Hermano Pedro quien inició la tradición de las posadas, donde se cantaba en homenaje al nacimiento de Cristo y se dice que compuso algunos de estos cantos..

Según el historiador Carlos Meza, en el libro Pedro de Betancur, el hombre que fue caridad: “Los niños pastores cantaban, al son de sus instrumentos, las coplas que les había enseñado el Hermano Pedro, algunas tomadas del riquísimo repertorio de los grandes ingenios de España, otras retocadas por él y algunas de su ingenio”.

A finales del siglo XVIII la ciudad se trasladó a la Nueva Guatemala de la Asunción y pronto se instalaron en esta las tradiciones de la Antigua Guatemala. Personajes como el maestro Vicente Sáenz compusieron villancicos de Pascua y según escribió en 1878 José Sáenz Poggio, el entusiasmo del pueblo era tan grande que en la iglesia de Belén era necesario poner guardias en las puertas, para evitar las aglomeraciones.

Los villancicos son canciones festivas porque recuerdan el nacimiento de Dios hecho hombre. Cuando se escuchan e interpretan, lo principal es mantener el espíritu que les dio origen, señala la publicación católica Aletheia.

 

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