En medio del aumento de casos de COVID-19 y las nuevas restricciones implementadas por el gobierno que complican la posibilidad del retorno a las clases presenciales, platicamos con padres de familia del sector público de la ciudad para conocer como avanza el ciclo escolar 2021.
Redacción Perspectiva
El reto de la educación a distancia implica en muchos casos una carga extra para los estudiantes que no reciben el acompañamiento necesario. En gran parte se debe al horario laboral de los padres de familia, la situación socioeconómica del hogar que limita en muchos casos el acceso a internet y por tanto contar con las herramientas necesarias. Asimismo, en muchos hogares los padres de familia no cuentan con estudios suficientes para orientar a sus hijos.
Por otro lado, las personas consultadas concuerdan en que la entrega de guías que realizan las escuelas no es suficiente para educar a los niños y adolescentes. En muchos casos los niños no logran resolver las dudas que surgen al copiar un tema y terminan por desistir de realizar las guías.
Aunque, los docentes han implementado la comunicación por correo electrónico o WhatsApp, solamente son utilizados para enviar las tareas y no para establecer una comunicación efectiva con los estudiantes cuando necesitan apoyo para comprender mejor el tema, señalan los padres de familia.
Además, los padres de familia indicaron que las guías de trabajo en algunos casos no cumplen del todo con las competencias académicas previstas por el Currículum Nacional Base (CNB).
Una de las madre de familia consultada mencionó que desde que inició del ciclo escolar 2021, las guías de trabajo parecen meros repasos del año pasado con tareas excesivas que incluyen la búsqueda de información a la que no todos tienen acceso.
La situación ha puesto en evidencia las carencias del sistema educativo del país, así como la desactualización de nuevas herramientas pedagógicas que se traduce en la pérdida del interés de los estudiantes y finalmente la deserción escolar.
De acuerdo con los datos del MINEDUC durante el ciclo escolar 2020 se registraron 4,138,868 niños y adolescentes inscritos en el Sistema Nacional, de los cuales 92,861 estudiantes abandonaron la escuela.
El retroceso en la educación a nivel nacional a causa de la pandemia ocasionará serios problemas que serán mucho más catastróficos a largo plazo.