El contrabando es una actividad criminal que afecta negativamente todos los aspectos de la economía nacional, motivando desempleo y pobreza. Los tentáculos del contrabando tocan a casi todas las instituciones. La Cámara de Industria de Guatemala (CIG), ofreció una conferencia de prensa en la cual dio a conocer la situación de ese flagelo y los esfuerzos que, como gremio, realizan para erradicarlo.
Redacción
De forma similar a un virus, el contrabando es una plaga que aparece y puede mermar pero se ha mantenido vigente durante varias décadas. El llamado caso Moreno ejemplifica la afirmación anterior. La red de contrabando de Alfredo Moreno, fue llamada “Grupo Salvavidas” y estaba integrada por abogados, funcionarios, políticos y periodistas. Permaneció vigente entre 1978 y 1996.
La “red Moreno” evadió más de Q2 mil millones, ingresando mercadería al país sin pagar impuestos. Moreno inició su carrera como empleado del Estado Mayor Presidencial de Jorge Serrano Elías y posteriormente, fue un personaje cercano al ex mandatario Alfonso Portillo. Remanentes de su organización criminal fueron descubiertos en la estructura criminal La Línea, que implicaba a funcionarios de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) y llegaba hasta el ex presidente y la vicepresidente.
Javier Zepeda, director ejecutivo de la CIG, afirma que el índice de actividad industrial cayó casi un 5%. “Uno de los factores que ha llevado esta caída es el incremento del contrabando. Es por ello que este año hemos sido más enfáticos que nunca en la necesidad de tomar medidas para combatirlo, aun cuando ya hemos tomado acciones, sabemos que queda mucho por hacer y esto definitivamente es un esfuerzo continuo que tenemos que seguir realizando junto al sector público del país”.
Zepeda agregó que el contrabando es la mayor competencia desleal entre agentes económicos y se estima que representa el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB). Además, puede ser riesgoso para la salud de quienes consumen productos de contrabando, que son “potencialmente nocivos”, señala.
Esfuerzos por la erradicación
Hace más de 20 años, en la CIG existe una Comisión del Sector Privado para el Combate al Contrabando, cuyo objetivo es lograr que todas las empresas guatemaltecas operen bajo igualdad de condiciones. En esta instancia participan socios y gremiales que han sido afectados por el contrabando, práctica que impacta a cerca de un 30% de las ventas en todo el país.
Este año, la CIG se enfocó en dos grandes áreas: fortalecimiento institucional y apoyo a las autoridades. En la primera, apoyó la creación de la Política Nacional de Prevención y Combate al Contrabando Aduanero 2018, señala Zepeda.
Además, la cámara es la única entidad empresarial que participa en el Consejo Interinstitucional para la Prevención, Combate a la Defraudación Fiscal y el Contrabando Aduanero (COINCON), que agrupa a varias instituciones de seguridad, economía y fiscalización del Estado, en el intento por construir una plataforma para combatir el contrabando. Este consejo sustituye al anterior ente homólogo, que dirigía la ex vicepresidente Roxana Baldetti, una de las principales señaladas en el caso La Línea.
La CIG ha realizado algunas acciones para frenar el flagelo del contrabando. Entre estas, la donación de unos Q600 mil a la SAT, para remodelar la aduana Melchor de Mencos. Además, se ha acercado a diferentes gremios afectados para motivar la denuncia y entrega de información a las autoridades. En esta línea, se ubican acciones de capacitación, entre las que están distinguir la mercadería legal de la que ingresó por contrabando.
Como meta, para finales del año se pretende instalar un observatorio sobre comercio ilícito y fortalecimiento del sector empresarial. Esto, a fin de que las empresas puedan recolectar y procesar datos relevantes sobre contrabando.
Otro factor que dificulta la disminución de esa actividad criminal, es el constante cambio de autoridades. “Pero seguimos trabajando en la educación de los funcionarios y el fortalecimiento empresarial, para que independientemente de las autoridades en curso, los esfuerzos puedan reflejarse en cambios que apoyen a la industria, y por ende, ayuden a mantener una constante generación de empleos para los guatemaltecos”, concluye.