Hoy, el director ejecutivo de la Comisión Presidencial para el COVID (COPRECOVID), Edwin Asturias, ofreció la primera de sus conferencias, en la nueva modalidad informativa de las autoridades que trabajan para controlar la epidemia.
María Renée Saravia
El funcionario explicó que actualmente, el panorama es alarmante, aunque el índice de fallecimientos todavía no es alto y es de un 5% del total de casos.
Para la desaceleración, el indicador trazado para la epidemia es el porcentaje de pruebas positivas, que evidencia la intensidad de contagio en la población. Actualmente, una de cada cinco personas que llega a hacerse la prueba da positivo. Para preparar la desescalada, el indicador debiera bajar del 20% al 5%.
“Nos hemos trazado como meta hacer cinco mil pruebas por día, las que necesitamos para detectar los brotes”, dijo Asturias, quien agregó:
“La COPRECOVID trabajó nuevo protocolo con los hospitales Roosevelt e IGSS. Esto permitiría incrementar las pruebas a cinco mil diarias. Estamos llegando al pico y es una preocupación la saturación de los hospitales. Hoy se trabajó la reorganización sobre qué tipos de pacientes deben ser ingresarse. Roosevelt, San Juan de Dios y otros en el interior debieran ser “hospitales insignia” para tratar la enfermedad”.
Los pacientes con enfermedad moderada o sin síntomas podrían ser tratados en los hospitales temporales. La razón de hospitalización de algunos de ellos son diabetes u otros padecimientos, agregó y añadió la siguiente recomendación a la ciudadanía:
“La fiebre o tos aparecen entre los primeros tres a cinco días de la enfermedad. La presión en el pecho o dificultad para respirar son el signo para acudir a la emergencia. Si la enfermedad continúa progresando, esto podría llevar al enfermo al intensivo o hacer necesario el ventilador. Por ello, llamó a acudir tempranamente a los centros hospitalarios”.
