La Asociación Amigos del Lago de Atitlán presenta los logros y avances de su programa insignia, «Educando para Conservar», arraigado en el departamento de Sololá. Desde su inicio en 2016, este programa ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de la educación ambiental contextualizada, adaptándose continuamente a las cambiantes circunstancias y evolucionando con una metodología centrada en el principio fundamental: «Si me enseñan aprendo, si aprendo conozco, si conozco lo valoro y si lo valoro lo conservo».
Redacción Perspectiva
Los impactos de «Educando para Conservar» son notables en la cantidad de estudiantes y docentes beneficiados. Desde 2016, el programa ha dejado su huella en 17 de los 19 municipios de Sololá, llegando a 250 centros educativos. Más de 18,106 estudiantes y 808 docentes de diferentes niveles educativos han participado activamente, junto con 1,050 padres y madres de familia.
Anna D’Apolito, Directora de Asociación Amigos del Lago de Atitlán, destaca la eficacia de la metodología EPC: “Ha sido un referente exitoso en la educación ambiental, fomentando el pensamiento crítico, análisis, investigación y resolución de problemas, influyendo positivamente en la formación de los estudiantes”.
La Fase 2 del programa, en curso en la Cuenca del Lago de Atitlán, ha fortalecido la metodología en 47 centros educativos de 11 municipios, alcanzando a 3,000 estudiantes y consolidando aún más su impacto en la región. Las comunidades locales desempeñan un papel activo a través de coordinaciones interinstitucionales y actividades de campo, respaldadas económicamente por marcas comprometidas como Disagro, Productos del Aire, Tecniseguros, Agua Pura Salvavidas y Super Cola.
El Diplomado Juvenil de Liderazgo y Gestión Ambiental ha capacitado a 302 jóvenes, presentando 29 proyectos de emprendimiento para promover cambios positivos en la región, respaldado por alianzas con CUNSOL y el apoyo de entidades como Porta Hotel del Lago, Banco Promérica, entre otras.
«Educando para Conservar» no solo transmite conocimientos teóricos y prácticos, sino que también impulsa la participación colectiva en soluciones viables. La educación ambiental se convierte en una herramienta esencial para construir comunidades más sostenibles y responsables.
A pesar de los desafíos, el programa mira hacia el futuro con planes de renovar material educativo, formar líderes comunitarios y contribuir al desarrollo de políticas de educación ambiental a nivel nacional. En un contexto donde la Cuenca del Lago de Atitlán enfrenta desafíos, «Educando para Conservar» busca consolidar alianzas, promover prácticas sostenibles y generar conciencia sobre la importancia de la conservación del agua. Con eventos recientes como campañas de limpieza y siembra de tul, el programa demuestra su compromiso con un cambio real en la región.