La Ley de Factoraje (Decreto 1-2018), la herramienta que permite a las empresas contar con liquidez de manera adelantada entregando como garantía el cobro de sus facturas, cuentas por cobrar o documentos, cobró vigencia este martes.
La aplicación del factoraje sobre cualquier derecho de crédito permitirá que los derechos de crédito sean tomados como bienes muebles, por lo que el contrato de factoraje o descuento será considerado una venta a plazos.
La norma también permitirá a pequeñas y medianas empresas el acceso a liquidez financiera para apuntalar su capital de trabajo.

La importancia de la normativa radica en que establece derechos y obligaciones para las partes y brinda certeza jurídica en el negocio, por lo que los guatemaltecos con derechos crediticios podrán obtener liquidez por medio de un contrato de descuento.
A partir de la fecha, cualquier derecho de crédito que posean las personas jurídicas -empresas- o individuales, que figure dentro de un contrato de arrendamiento, ofrecimiento de un servicio u otra actividad, también se le podrá hacer el descuento y ceder como un derecho de crédito.
Con anterioridad a la Ley las facturas cambiarias eran únicamente de bienes y productos, pero ahora también podrán ser de servicios. Otro aspecto importante es que la norma también permitirá efectuar factoraje en el extranjero, sobre todo para apoyar a las pequeñas y medianas empresas exportadoras.
En la actualidad, más de 20 firmas se dedican en Guatemala a la actividad de factoraje.
Fuente: Mineco
Fuente Fotográfica: Mineco