Por Stephen Muñoz Menchú
El “crowdfunding” es un modelo económico impulsado a través de plataformas digitales con el objetivo de conseguir una financiación colectiva destinada a uno o varios proyectos de naturaleza comercial, altruista o de cualquier otra, la operatividad del mismo se refleja de una manera mucho más efectiva en una pequeña o mediana empresa (PYME), pues consiste en promocionar un modelo de proyecto determinado. Sin embargo, existe una característica que lo diferencia de una propuesta económica normal y formalista: la innovación del proyecto, servicio o producto y la necesidad inminente de financiación para ejecutar una idea.
¿Cómo funciona?
La dinámica es sencilla para el tratamiento de un proyecto postulado en una plataforma digital sobre crowdfunding, que podría resumirse en los siguientes pasos: a) Precalificación del proyecto; b) Aceptación de proyecto (dependerá de las políticas de cada plataforma); c) Exposición del proyecto al público; d) Inicio de la inversión por medio de usuarios; y, por último, e) Ejecución del proyecto.
Tipos de crowdfunding:
- De recompensa: Consiste en una colaboración económica a cambio de frutos del proyecto;
- De préstamos: En este caso, se requiere un aporte monetario en la espera de otro con posibles intereses;
- De donación: Consiste en financiar un proyecto sin esperar algún tipo de contraprestación, más que resultados morales (ej. Fotografías);
- Equity: El financista se convierte en embajador del proyecto, quien tendrá cierto derecho sobre el mismo.
Guatemala tiene alcance a nivel local e internacional para la postulación de proyectos en plataformas digitales. En estas, se crea un vinculo entre el postulante y el inversor o donatario (según el tipo de crowdfunding), por tanto, es necesario cumplir con la normativa nacional e internacional de los países relacionados para cumplir con la legalidad de las transacciones.
