Las encuestas en EEUU sobre las elecciones presidenciales en noviembre señalan que Donald Trump aventaja al presidente Joe Biden, según RealClearPolitics (RCP). Los temas más importantes para los votantes son la dirección del país, la economía y la política exterior. RCP reporta que la desaprobación de Biden en esos temas está en niveles históricamente altos, 65%, 58%, 61%, respectivamente. En cuanto a la inflación específicamente la desaprobación de Biden está en 64%.
Por Nicholas Virzi
En febrero, la inmigración surgió para encabezar la lista de los problemas nacionales más importantes para los encuestados por Gallup. La desaprobación de Biden en este tema es de 55%. En la última encuesta de ABC News Trump lidera a Biden en el tema de inmigración (47% versus 30%), con 69% de los encuestados indicando que es un tema importante. Trump es más confiado para manejar todos los temas más importantes. En el tema que el equipo de Biden decidió centrar su campaña electoral oficial, la protección de la democracia, Trump empata con Biden.
Aunque ABC pone a Biden (46%) encima de Trump (45%) a nivel nacional, es importante recordar que EEUU no tiene elección presidencial nacional. EEUU tiene elecciones presidenciales, una por cada estado. La elección del presidente se hace indirectamente por medio del Colegio Electoral (CE), donde cada estado tiene tantos votos electorales como tiene representantes en el Senado y la Cámara Baja del Congreso.
En los estados clave, se juegan 93 votos electorales. RCP proyecta que Trump ganaría esos 93 votos electorales. Trump aventaja sólidamente en Carolina del Norte, Arizona, Nevada y Georgia, y por márgenes menores en Wisconsin, Michigan y Pensilvania. Analistas políticos hablan del voto escondido de Trump (shy Trump voter), un fenómeno que recoge el hecho que sus votantes prefieren no revelar su intención de voto. Las encuestas muy probablemente subestiman el apoyo de Trump.
RCP proyecta que Trump ganaría 312 votos electorales, lo cual significa que Trump podría perder a Pensilvania (19 votos) y Michigan (15 votos) y todavía ganar la presidencia. La encuesta de Bloomberg de mayo indica que la contienda se aprieta, pero aun indica que Trump lidera a Biden en los estados clave.
Adicionalmente, Trump ha puesto en juego los estados de Minnesota, Washington y Virginia. SurveyUSA le da ventaja de solo 2 puntos a Biden sobre Trump en Minnesota, donde no ha ganado un Republicano desde 1972. Zogby pone a Trump liderando a Biden en Virginia por un punto. Bullfinch tiene a Trump ganando Virginia cuando se consideran los cinco candidatos oficiales. Estas encuestas son casos anómalos, pero es importante recordar que, previo a este ciclo electoral, Trump nunca había liderado en las encuestas, ni en 2016 ni en 2020. Trump se ve expandiendo su mapa electoral, mientras Biden está a la defensiva.
A Biden le queda poco tiempo para cambiar dos hechos básicos. Primero, las percepciones económicas. Muchos votantes creen que EEUU ya está en recesión. Por otro lado, las percepciones sobre su incapacidad para ejercer el cargo solo crecerán con el tiempo. Pew Research reporta que el 65% de los respondientes indicaron no tener confianza en las habilidades físicas de Biden, y 62% indicó no tener confianza en sus competencias mentales.
La única salvación para los Demócratas pareciera ser su estrategia de politizar el sistema de justicia en contra de Trump (Lawfare). Sin embargo, tres de los cuatro casos criminales que se abrieron contra Trump se han estancado (Politico). Solo queda el caso de Manhattan, en Nueva York, un caso menor de contabilidad empresarial que a todas luces se convirtió en un caso político. Hasta en CNN se ha criticado este caso. El caso no tiene mérito y se viene cayendo, según declaraciones de varios expertos en distintos medios (USNews, MSN, CNN, National Review).
Sin embargo, el jurado proviene del padrón electoral de Manhattan que votó 84.5% por Biden en 2020. Lo más probable es que Trump será condenado antes de las elecciones de noviembre. Expertos coinciden que Trump ganaría su apelación, por las múltiples violaciones en contra del debido proceso cometido por el juez.
Al ser condenado, Trump podría ser mandado a la cárcel mientras se evalúa su apelación, que solo ganaría después de las elecciones.
A pesar de los sesgos, no se debería de descartar por completo al pueblo votante. Los votantes pueden discernir la verdad, a pesar de la narrativa mediática. Los votantes saben que el caso en contra de Trump en Nueva York es un montaje político que contraviene todos los principios de la justicia americana.
Los votantes tendrán en su poder elegir a Trump como su presidente, aún siendo un condenado en la cárcel en el día de las elecciones, así como en el día que le tocaría asumir la presidencia. Sería la máxima expresión del poder del voto del pueblo en contra de las élites políticas americanas.
Votar por un encarcelado en contra del actual presidente que busca la reelección sería la perfecta oportunidad del pueblo votante de EEUU para mandar un mensaje a las élites políticas del país sobre su evaluación de desempeño del actual presidente. Que eso sea un escenario que se debería de prospectar dice mucho sobre el retroceso democrático en EEUU.
En lo que concierne el imperio de la ley, EEUU hoy da más lecciones sobre las prácticas que se deben evitar que las que se deben considerar como mejores prácticas del mundo.