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miércoles, agosto 13, 2025

El costo de ser Mujer

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Las mujeres para llegar a ser ciudadanas, se enfrentan con un sinfín de retos para su desarrollo pleno como individuo.

Muchas veces las mujeres se desarrolla primero como parte de un colectivo, es decir dentro de  su familia y luego,  sí tiene suerte entra en conciencia que primero debe desarrollarse como individuo para luego integrarse a la sociedad. En países con desventajas por el aspecto de género y sexo, donde especialmente existe discriminación hacia la mujer, confundido erróneamente en otras latitudes como “cultural”, es el primer desafío que la mujer enfrenta en su desarrollo de niña a mujer limitándose su acceso desde la alimentación, educación y salud como elementos básicos. Posteriormente sí tiene éxito en salir de ese círculo virtuoso de pobreza por la desventaja de su condición cómo mujer; le esperan otros retos, cómo por ejemplo su desarrollo profesional en un campo altamente competitivo y marcado aún por las desventajas de género y sexo. Es inaudito que en tiempos modernos este factor aún persista y se identifique. Por ejemplo la brecha salarial entre hombres y mujeres es del 16% en la Unión Europea, según estudio de la Brecha Salarial entre Hombres y Mujeres de la UE 2014. Ahora aplicado a nuestras realidades Latinoamericanas, esto significaría al menos un aumento más de ese porcentaje.


Además, hipotéticamente dónde hay participación femenina en el “doing business”  esta tendencia es más marcada aún, menores ganancias a las mujeres que sus pares hombres.


En fin, la disparidad no termina con el salario o el empleo no equitativo, sino que además de ganar menos, las mujeres tienen mayores gastos que los hombres. En el comercio los artículos dirigidos para “Ella” cuestan más que el de los hombres, por diferencias tan superficiales como el color. Otro ejemplo, son los productos de aseo personal, o sanitarios, costos adicionales que un hombre no tendrá mes a mes por al menos en 40 años de su vida fértil. Además en la esfera profesional el vestuario, la belleza son elementos básicos para el desarrollo de la mujer en el campo laboral y competitivo. Sin embargo, estos costos adicionales aún que no son de carácter obligatorio son parte indispensable para el desarrollo de la mujer y también para una mejor calidad de vida. A que me refiero aquí, aún que está muy lejos del criterio de la mujer vanidosa, lo cierto es, que la sociedad demanda una imagen “presentable” de la mujer para ser considerada en los diferentes espacios de su vida, y por supuesto eso tiene su precio.

El ausentismo escolar de las niñas en África, se ha visto vinculado con la menstruación.  La pobreza es el motivo de que muchas niñas no tengan acceso a las toallas sanitarias desechables, que cuestan entre 79 centavos y USD 1,45 estando en su mayoría fuera del alcance para las familias que ganan el ingreso promedio de menos de un dólar diario. La exención impositiva, es un planteamiento de políticas públicas en salud,  para coadyuvar a las mujeres en sus gastos de productos de higiene por razones biológicas. En fin, no son gastos superfluos, son gastos necesarios qué complementan el desarrollo de la mujer.  No hay fuerza más poderosa para la transformación de una sociedad que una mujer plena. Todas las medidas que se tomen para eliminar las circunstancias que ausenten a las niñas de la escuela, que coadyuven el desarrollo de la mujer en el ámbito social y económico,  solo serán beneficiosas para nuestro presente y futuro cómo sociedad.

 

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