Un grupo integrado por al menos 4,000 migrantes lograron romper el perímetro de seguridad en El Florido, punto fronterizo entre Guatemala y Honduras.
Redacción Perspectiva
La multitud ingreso a Guatemala por la frontera El Florido durante la madrugada del 16 de enero.
Aunque las autoridades solicitaron a las personas los documentos en regla y una prueba negativa de COVID-19, la respuesta del grupo integrado por hombres, mujeres y niños fue ingresar por la fuerza.
«De aquí no nos vamos hasta que nos dejen pasar, vamos a hacer una huelga de hambre, no tenemos trabajo ni comida, por eso decidí viajar a Estados Unidos», dijo a AFP, Dania Hinestrosa, de 23 años, antes de cruzar junto con una de sus hijas pequeñas.

Los cuerpos de seguridad evitaron el uso de gases lacrimógenos o alguna otra medida que arriesgara a los menores de edad que integraban la caravana de migrantes.
La caravana migrante salió de la ciudad de San Pedro Sula el pasado jueves por la madrugada, lo que llevó al gobierno de Guatemala decretar Estado de Prevención en siete departamentos del país con el objetivo de evitar el paso de quienes no presenten la documentación requerida por Migración.

El grupo busca llegar a la frontera México, aunque para ello deberá atravesar varios controles policiales dentro de Guatemala.
El gobierno de México advirtió que «no permitirá el ingreso irregular de caravanas de personas migrantes» y desplegó 500 agentes en Chiapas y Tabasco, estados fronterizos con Guatemala.