El gobierno holandés renunció en bloque, este 15 de enero debido a un escándalo relacionado con los programas de ayudas familiares que involucra a ministros y altos funcionarios del ejecutivo.
Redacción Perspectiva
El primer ministro holandés, Mark Rutte, anunció la decisión de dimitir junto a todos los miembros de su gobierno, ante el escándalo que provocó la investigación que dio a conocer las irregularidades que existían en los programas sociales de ayuda.
«El Estado de Derecho debe proteger a sus ciudadanos del todopoderoso gobierno, y aquí esto fracasó de forma estrepitosa», declaró Rutte en una rueda de prensa.
«Estamos todos de acuerdo: cuando todo el sistema fracasa, sólo se puede asumir una responsabilidad conjunta», agregó Rutte, quien dirigió tres gobiernos de coalición desde 2010.
Según la investigación presentada por el parlamento holandés, miles de personas fueron acusadas erróneamente de fraude con las ayudas sociales, obligándolas a devolver el dinero, lo que llevó a muchas familias especialmente migrantes a endeudarse.
El estudio identificó a varios responsables políticos, entre ellos varios ministros, están acusados de haber preferido cerrar los ojos ante estas disfunciones de las que eran conscientes.
A dos meses de las elecciones legislativas y en plena crisis sanitaria, la noticia es recibida con opiniones divididas que denotan por un lado el rechazo al gobierno y por el otro conmoción ante el escándalo político.
En Holanda el «gobierno que ha dimitido», se ocupará de los asuntos corrientes hasta que se de la formación de un nuevo gobierno o de nuevas elecciones.
