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lunes, mayo 5, 2025

El día que avergonzó a la democracia estadounidense

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Mario Mérida, analista de medios y especialista en manejo de incidentes, y el abogado y columnista Giovanni Fratti, de Guatemala Inmortal (GI), expresan sus puntos de vista sobre los sucesos de ayer en el Capitolio y las implicaciones que la certificación otorgada a Joe Biden podrían tener para Guatemala.

Roxana Orantes Córdova

El asalto al Capitolio el 6 de enero es un suceso sin precedentes en la historia estadounidense y tuvo consecuencias históricas. En primer lugar, los senadores republicanos e incluso el vicepresidente Mike Pence, tomaron distancia de Donald Trump al certificar la victoria de Biden y evadir que se cuestionaran algunas certificaciones que pudieron modificar el resultado final de la elección, señalan analistas.

En segundo lugar, afirma Mario Mérida, el suceso constituye una vergüenza para Estados Unidos, cuyo sistema democrático ha sido modelo para el mundo. Giovanni Fratti considera que el acto vandálico pudo ser promovido por quienes resultaron beneficiados y enfatiza en que Trump fue traicionado por Pence.

Entre los saldos de los hechos, se encuentran cuatro personas fallecidas por las balas policiacas, suceso que no ha sido denunciado como extralimitación o abuso policial. Joe Biden afirmó que Trump es responsable de este asalto, y afirmó:

“No eran manifestantes. No os atreváis a llamarlos manifestantes. Eran una turba desenfrenada. Insurrectos. Terroristas domésticos”.

Esta opinión contrasta con la benevolente actitud de los demócratas ante los destrozos provocados hace unos meses por Antifa y Black Live Matter en diferentes estados, donde en nombre de la democracia se exigió el respeto a los manifestantes, muchos de los cuales no dudaron en saquear comercios y atacar físicamente a los propietarios, expone Fratti.

Trump finalmente aceptó la transición y aseguró que será ordenada y pacífica, mientras Nancy Pelossi, su constante opositora, pidió anoche que se invocara la enmienda 25 de la legislación estadounidense, para defenestrar a Trump con base en desequilibrio mental.

Para comprender las variables de esta situación y sus posibles efectos en Guatemala, Perspectiva entrevistó a los dos analistas mencionados, quienes exponen sus argumentos a continuación:

“Para Estados Unidos es una vergüenza”, dice Mérida

“Impactó mucho. Guatemala le puso mucha atención y es una circunstancia que puede fortalecer la posición guatemalteca en las negociaciones de la agenda estadounidense. Para la clase política, resulta desmoralizador que un país referente en democracia y respeto a los derechos humanos haya vivido una situación donde incluso el presidente incidió en un acto que, según Biden, lleva visos de insurrección, mientras otros lo consideran un conato de guerra civil. Creo que no es tan catastrófico, pero en cualquier caso, es un hecho que avergüenza la tradición democrática estadounidense”.

Mérida continúa señalando que Guatemala tiene muchas expectativas por la llegada de Biden a la presidencia. Deben mencionarse algunas variables que pueden modificar esta expectativa:

1. Acusaciones de corrupción sobre Hunter Biden, hijo del mandatario electo;

2. El Partido Demócrata está integrado por muchas visiones y desde el Senado, podrían darse influencias demócratas que no coincidan con las expectativas;

3. Lo que EE.UU. oferte al Triángulo Norte, necesariamente pasará por el tamiz de la vergüenza.

En cuanto al panorama político en EE.UU., el entrevistado señala que durante la madrugada de hoy, analistas internacionales mencionaron que el Partido Republicano estaría fracturado y en vísperas de una escisión que podría derivar en la conformación de un nuevo partido, nacionalista y de una derecha radical.

Otro elemento que Mérida reitera es que “nuestra fortaleza como país es que hoy negociaremos con un país avergonzado, en el que se evidenciaron los mismos vicios de Latinoamérica. Biden tendrá que lidiar con el enorme problema de restituir la cultura democrática en su país”.

Alejandro Giammattei deberá considerar esta variable a la hora de negociar con EE.UU. los temas del Triángulo Norte. “La idea de la democracia americana como un modelo fue destruida por la acción de Trump, un sujeto que capitalizó el descontento de ciudadanos rurales y urbanos estadounidenses, que pertenecen a una derecha en la cual la representación es personal, más que ser orgánica de un partido y va más allá de los conceptos de izquierda, derecha o centro”.

Entre los retos que se le presentarán al mandatario estadounidense certificado entre el 6 y 7 de enero, está la confrontación que Mérida denomina “multicolor”  y abarca a los latinos y afroamericanos que apoyan a uno u otro partido.

“Hoy, Estados Unidos amaneció avergonzado ante el mundo. El país autodenominado líder en acuerdos democráticos y de derechos humanos debe restablecer su imagen. Además, Biden debe reconciliar a los americanos y apostar por la unidad de su país. Además, el coronavirus ha dejado más de 400 mil muertos en EE.UU., y Donald Trump fue acusado por el manejo de la pandemia. Además, está el tema de la seguridad social, del que los votantes por los demócratas tienen muchas expectativas. Estas son algunas de las variables con las que se encontrará al inicio de su gestión”.

En cuanto a los efectos que la próxima administración estadounidense tendrá para Guatemala, Mérida considera que.

“Grupos que pretenden incidir en mantener limpio el sistema de justicia posiblemente con buenas intenciones, pero a los que con tal de lograr sus fines no les importa vender a Guatemala. Estos grupos podrían intentar que se instale una comisión como la CICIG o similar, pero actualmente esto implicaría aceptar la ineficiencia de Juan Francisco Sandoval, quien está a cargo de las investigaciones por corrupción”.

Según el entrevistado, existe un notorio interés en tomar el control de la justicia y la próxima víctima de esto podría ser la Fiscal General Consuelo Porras, cuyo puesto es codiciado por estos grupos.

“Muchos de los que están en la lista de los posibles aspirantes a magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC) y otras, aparecieron en la lista del ex comisionado Francisco Dall´Anesse, donde también aparecía Thelma Aldana, quien a la fecha no ha respondido por los Q35 millones de la compra anómala de un edificio. Pese a todo lo anterior, el sector justicia en Guatemala está funcionando, encabezado por acciones de la FECI, incluso en fechas poco usuales, como la captura del ex diputado Estuardo Galdámez, que se dio a conocer el 23 de diciembre después de las 9 de la noche”.

Con estos antecedentes locales y la situación interna de EE.UU., la administración de Biden podría ser más recatada en cuanto a promover una nueva edición de la CICIG o similar. Sin embargo, el Plan para la Prosperidad del Triángulo Norte podría ser reactivado y ya se rumora que Todd Robinson, puede ser consejero en ese proyecto.

Es de recordarse la injerencia abierta del ex diplomático en temas internos de la política nacional, como su aval a un proyecto de reformas constitucionales. Otra demócrata estadounidense que mantiene una posición de injerencia en Guatemala es la senadora Norma Torres, quien recientemente anunció que podrían destinarse US$45 millones al plan para la prosperidad, de los cuales, dice Mérida, “por lo menos US$10 serían para la sociedad civil, ya sabemos quiénes son”.

El analista concluye haciendo un llamado a los grupos de poder e institutos de análisis para que discutan en un amplio debate ciudadano la próxima elección de magistrados a la CC. “Una vez electos, no queda más que acatar sus fallos”, afirma.

Y añade: “el tema se ha convertido en disputa de parcelas de poder y control del sistema de justicia y es importante que se abra el debate para evitar que, como afirmó el entonces presidente del Congreso Mario Taracena, la orden de nombrar a ciertos magistrados salió directamente de la Avenida la Reforma (en alusión a la sede diplomática estadounidense)”.

Fratti: “la guerra está puesta”

“Hay por lo menos cuatro muertos. Se sabe que la alcaldesa de Washington ordenó a la policía no actuar. Los sucesos molestaron a los senadores republicanos y todo concluyó en la certificación del triunfo de Biden. Pese a que se reportaron más de mil declaraciones juradas de testigos en cuatro estados, ninguna corte quiso analizar estas denuncias, aunque quienes firmaron denunciando el fraude, estaban conscientes de que en EE.UU. realizar una declaración falsa es motivo de cárcel”.

El presidente electo es resultado del fraude, y su vicepresidente, Kamala Harris, una feminista de extrema izquierda, quien durante las elecciones primarias acusó a Biden de violador en un debate público. “¿Cuál es la moral que defienden, si ella hizo eco a una denuncia por acoso contra Biden y luego accedió a participar con él, escudándose en que todo era parte del juego político?”, señala Fratti.

“Sabemos que Trump no es un niño de primera comunión, pero logró enfrentarse a China y Rusia. Por el contrario, es público que Hunter Biden tiene compromisos con esas empresas. Es decir, el principal rival económico de Estados Unidos tendrá en el gobierno a un títere comprometido con China y una feminista de izquierda, avalados por el grupo de senadoras llamado “el cuarteto”, que encabeza Alexandria Ocasio-Cortez”.

A Estados Unidos le espera un período en el que se incrementarán diversos impuestos, desde los carros hasta la carne, tal como ya anunciaron varios de los principales demócratas. Esto seguramente incidirá en el crecimiento económico, dice Fratti, quien recuerda que la administración Trump logró revertir la crisis económica provocada por la pandemia.

Sumado al descontento de los senadores republicanos ante el asalto al Capitolio, Fratti señala que Trump fue traicionado por su vicepresidente Mike Pence, quien podría haber detenido las certificaciones electorales pero apeló a una jurisprudencia dudosa, considerando que no se tomaron en cuenta muchas denuncias de fraude masivo, el uso de máquinas que han sido utilizadas en Venezuela y los 50 millones de votos por correo, que no fueron contrastados con identificaciones reales, bajo el argumento de las precauciones por la pandemia, explica.

“Obviamente, Trump no se había ganado la amistad ni la simpatía de los medios. Sin embargo, su legado es extraordinario. En lo personal, quiero agradecer su gestión que es una esperanza para el mundo judeo cristiano. Logró cinco acuerdos de paz en el Medio Oriente, entre países que llevaban décadas en guerra con Israel”.

Asimismo, Fratti mencionó el acuerdo para visas de trabajo agrícolas y el Tercer País Seguro, como elementos positivos de la administración Trump para Guatemala. “En cambio, con Biden se espera algo muy duro. El cardumen de ONG´s y los países del G13, esos embajadores arrogantes que avalan a la mafia llamada “sociedad civil” recibirán una especie de botín”.

Según Fratti, podemos esperar que en EE.UU. se instale un régimen muy corrupto. “Todos los dictadores de la izquierda latinoamericana están felices con este triunfo. Sin embargo, me atrevo a vaticinar que antes de dos años, este régimen será un fracaso. Es probable que Kamala Harris llegue a presidir Estados Unidos y en cualquier caso, quien esté al frente de ese gobierno deberá lidiar con los 74 millones de personas que votaron por Trump, especialmente de la clase media urbana y rural”.

En cuanto a las consecuencias para Guatemala, comenta:

“Las ONGs volverán a recibir cuantiosos fondos de la USAID. Sin embargo, por mucho dinero que tengan, no son omnipotentes y esperamos que no logren apoderarse del sistema de justicia. Confiamos en que los organismos del Estado que designan magistrados a la CC eviten nombrar a candidatos vinculados con las mafias de la izquierda. No todo está perdido, pero la guerra está puesta”, concluye.

 

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