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martes, septiembre 9, 2025

PDH: ¿instrumento político muy oneroso?

Jordán Rodas ha sido una figura polémica desde el inicio de su mandato. Apoyado por unos y cuestionado por otros, descalifica a sus detractores y asegura que la mayoría de los guatemaltecos apoya su gestión. Entretanto, el constituyente Alfredo García afirma que la PDH perdió el rumbo y una nueva denuncia contra Rodas pasó a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), informó Guatemala Inmortal. Entre los cuestionamientos más recurrentes contra el PDH se encuentra un elevado ingreso anual (Q. 826,660,68 en 2019) y señalamientos de parcialidad en la defensa de los derechos humanos.

Roxana Orantes Córdova

Usurpación de atribuciones en forma continuada y tráfico de influencias son los delitos que argumenta Guatemala Inmortal (GI), grupo asesorado por la abogada Amanda Santizo, en su denuncia para que a Jordán Rodas le sea retirado el antejuicio.

Hace unos días, el antejuicio presentado se trasladó a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), “por llenar los requisitos”, señala GI el 10 de diciembre. El 11, el PDH escribió en sus redes sociales:

“Comparto con cada un@ de l@s compañer@s trabajadores de la @PDHgt este reconocimiento de Alianza por las Reformas e Impunity Watch entidades importantes de sociedad civil. Es una señal inequívoca que estamos en la ruta correcta por la defensa de los #DerechosHumanos”.

En 2019, el fiscal Juan Francisco Sandoval y la juez Erika Aifán fueron dos de los reconocidos.

Impunity Watch se define como “una organización internacional que trabaja con víctimas de graves violaciones a los #DDHH y organizaciones de la sociedad civil para combatir la impunidad”. Entre otros, dieron acompañamiento a casos como Sepur Zarco y Creompaz y trabajaron con el caso Molina Theissen. Su principal financista es el gobierno holandés.

Alianza por las Reformas se constituyó a partir de las protestas de 2015 y agrupa a varias organizaciones. Entre otras actividades, es muy activa en la Red de Información del Combate a la Impunidad en Guatemala (RICIG). 

Pese al reconocimiento público, existe oposición a la gestión de Rodas, mucho más allá de la animadversión evidente en grupos como GI, Fundación Contra el Terrorismo (FCT), Política más una docena…y otros que en 2018 lograron recolectar más de 20 mil firmas pidiendo la destitución del PDH.

Esta oposición no es exclusiva del «Pacto de Corruptos», sino ha alcanzado a ciudadanos diversos y está constituida por:

1. Personas sin filiación política que el 21 de noviembre abuchearon al funcionario en la Plaza de la Constitución;

2. Las dos organizaciones sindicales de la PDH, que en 2019 denunciaron mal manejo de recursos;

3. Roberto “Bobby” Recinos Abularach, quien el 10 lanzó una campaña a título personal en redes para reformar la institución y defenestrar a Rodas. Recinos es columnista y uno de los jóvenes más activos en “la Plaza”, durante 2015.

El constitucionalista Alfredo García recuerda que la PDH fue creada en el contexto del conflicto armado interno, “para proteger a la ciudadanía de las violaciones contra sus derechos cometidas por el Estado”.

Más de tres décadas después de que los constituyentes dotaran a la ciudadanía de este instrumento para defenderse del Estado, García considera que ha perdido su Norte.

“Rodas se convirtió en artífice de la impunidad cuando presentó amparos para blindar a los magistrados de la Corte de Constitucionalidad (CC), oponiéndose a un proceso penal y totalmente legal que corresponde al Legislativo. Ahora no es un defensor de los derechos ciudadanos, sino un instrumento político muy oneroso”, señaló.

Consultado sobre el término “instrumento político” para referirse a su gestión, Rodas dijo a Perspectiva:

“Esas declaraciones corresponden a un grupo resentido, un sector que por su ignorancia se ubica contra la institución que dirijo. Sin embargo, afortunadamente, hoy más que nunca, tengo el respaldo de la población guatemalteca: mujeres, indígenas, grupos campesinos y en general toda la sociedad civil avala mi gestión”.

¿Dónde está el dinero?

A finales de 2019, dirigentes de dos organizaciones sindicales de la PDH acudieron ante el Congreso para denunciar anomalías en la administración de Rodas. Silvia Shaw, de uno de los dos sindicatos, señaló al PDH de anomalías como:

“los gastos innecesarios en viajes al exterior, el uso de vehículos para su esposa, gastos en combustible, contratación de personal de confianza, mientras a los trabajadores permanentes se les ha negado el aumento al  pago de bonos. En reiteradas ocasiones hemos mostrado  ante el despacho de Rodas Andrade  la buena voluntad para implementar el diálogo y la conciliación y encontrar solución a los problemas internos de índole laboral, pero no ha habido respuesta”.

En aquella oportunidad se solicitó una auditoría interna, mientras Rodas reclamaba al Congreso por no permitir una ampliación de Q20 millones a los Q100 millones que le fueron asignados a la PDH. Este faltante retrasó pagos de obligaciones institucionales a los más de 700 trabajadores en la planilla de la PDH.

Ese año, los ingresos del PDH se desglosaron de la siguiente manera, según datos de la página institucional:

12 salarios mensuales de Q.52,023

Bono 14, 50,504.84

Aguinaldo, Q50,925

Bono incentivo al servicio Q.50, 429.84 y

Q, 50,525, otro bono especial

Lo anterior suma Q. 826,660.68 en 2019. Cabe mencionar que la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México, Rosario Piedra, fue criticada por los medios de su país debido a su salario mensual de unos $109,999 (pesos mexicanos), que al cambio son Q41, 790.

Cabe mencionar que este año, Piedra redujo su salario con respecto al de su antecesor y que el sistema de derechos humanos de México ha sido calificado como uno de los más onerosos e ineficientes en el mundo.

Asimismo, es necesario recordar que Sergio Morales, PDH durante varios años, ganaba Q50 mil mensuales, más Q525 de bonificación y Q50 mil de gastos de representación. Esto fue reducido por Jorge de León Duque, pero luego de su gestión, Rodas incrementó el presupuesto de la PDH y con este, sus emolumentos.

“Busco aliados para reformar la institución y exigir la renuncia de Rodas”

Roberto Carlos (Bobby) Recinos Abularach, politólogo y columnista en varios medios de comunicación, dio a conocer en sus redes sociales (y en una columna de opinión de República), fuertes cuestionamientos contra Rodas y la institución que dirige.

Es necesario mencionar que Recinos no es un “activista de ultraderecha” y mucho menos, un individuo resentido o ignorante. Abogado y politólogo, desde muy joven ha expresado sus opiniones en diferentes espacios informativos.

Según narra en su columna, durante las protestas recientes fue “atacado por una muchedumbre violenta e irracional”, que lo amenazó con lincharlo ante la indiferencia de los observadores de la PDH identificados con chalecos azules, quienes le expresaron que “traían instrucciones de solo proteger a los manifestantes”.

Como ciudadano consciente, presentó una denuncia ante la PDH, si bien se topó con:

operadores jurídicos del PDH, quienes me aseguraron que la PDH no recibe denuncias, defecándose así, con su inepta respuesta, en el mismísimo contrato social y en siglos de consensos políticos universales”.

Que la PDH haya asegurado no tener competencia para recibir denuncias, contrasta fuertemente con la denuncia de la magistrada Gloria Porras contra la FCT, a la cual la PDH le dio trámite inmediatamente, basándose en una nota periodística.

Poco después, Recinos envió al PDH un memorial, recibido “bajo protesta” y que tardó más de 15 días en tener respuesta. Según lo que publicó en sus redes, logró hablar con Rodas, quien entre otras cosas, le dijo:

  • Merece sus Q50 mil mensuales. Que pida a Giammattei reducir su sueldo, a ver si él hace lo mismo.
  • Considera que las demandas de Recinos son intimidaciones y amenazas, aunque lo retó a “hacer lo que quiera, porque él está muy cómodo y tranquilo en su puesto”.
  • La PDH hizo bien en no recibir su denuncia, porque solo el MP recibe denuncias por hechos delictivos.
  • Si quiere ayudar, que haga lobby en el Congreso para que le incrementen el presupuesto a la PDH.
  • A la pregunta ¿Qué hace con Q10 millones al mes?, respondió con una risa y le dijo que tenía otra reunión.

En su columna, Recinos concluye:

“Verán. Una silla tan alta como la del Procurador de los Derechos Humanos debe ser ocupada por personas de altura, que se sepan insignificantes frente a la grandeza de la institución y que tengan la capacidad de someter sus arbitrarios caprichos, torpezas y credos a los designios de su alta comisión. La Procuraduría no es un partido político”. 

Y en sus redes hizo el siguiente llamamiento:

“Busco aliados para reformar la PDH y pedir la renuncia de Augusto Jordán Rodas Andrade. Si nadie se apunta, la lucho solo”.

 

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