Las dos fotografías de Gretchen Goldman, científica estadounidense y directora del centro para la Ciencia y la Democracia de la USC , fueron tendencia en redes sociales, por poner en evidencia la realidad de muchas mujeres que en estos momentos han tenido que ingeniárselas para superar el reto de combinar la crianza de los hijos y el “home office” en tiempos de pandemia.
Redacción Perspectiva
Hace unas semanas fue entrevistada por la CNN, Gretchen Goldman, después de su entrevista, a través de su cuenta de Twitter compartió la segunda foto con el siguiente texto:
«Solo para ser honesta»
La fotografía rápidamente se hizo viral y generó gracia en los usuarios de redes sociales, por lo que Gretchen compartió un nuevo mensaje:
«Esto se hizo viral como una gracia o un chiste. Pero quiero ser clara, a los padres se nos ha puesto en una situación imposible y esto puede arruinar carreras de años, especialmente para las madres, lo que se espera que hagamos es ridículamente imposible. Siempre se espera que las madres trabajadoras se encarguen de todo y todos, y la pandemia lo ha agravado» escribió Goldman.
La sobrecarga del trabajo y la demanda de las labores en casa son dos factores que pocas veces se logran combinar sin provocar una crisis nerviosa. En los últimos meses las actividades fuera del hogar quedaron prácticamente paralizadas. Sin embargo esto no significa que hayan desaparecido.
La científica y madre que enseñó en Twitter la realidad de las videollamadas: «Todos estamos pasando momentos complicados»
Mantener el equilibrio entre la vida profesional y privada es todo un reto, lo principal es tratar de cumplir con una rutina adecuada.
«Debemos administrar nuestros horarios de trabajo mientras cuidamos física y emocionalmente a los niños. Apenas me mantengo al día con las tareas como madre y trabajadora», aconseja Goldman.
Goldman, es miembro de la organización “500 mujeres científicas”, una red que aconseja sobre cómo compaginar la vida laboral y la profesional para trabajadores en la ciencia que ahora también se han convertido en cuidadores a tiempo completo.
