Un grupo de migrantes nicaragüenses permanecen en la frontera El Florido, Camotán Chiquimula debido a que las autoridades de Honduras y Nicaragua no les permiten ingresar sin un certificado que indique si son o no portadores de COVID-19.
Redacción Perspectiva
La Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), realizó una verificación de la situación de personas migrantes de Nicaragua que se encuentran varados en la frontera El Florido Chiquimula.
El grupo conformado por hombres, mujeres y niños pequeños han improvisado un campamento que apenas los protege de las inclemencias del clima. La Casa del Migrante y la iglesia Católica los apoya con alimentación pero la situación es cada vez más crítica por el riesgo de contagiarse de COVID-19.
Un representante del grupo indicó a la PDH que “lo único que desean es retornar a su país, pero las autoridades migratorias de Honduras y Nicaragua solicitan que presenten una constancia en la que se indique si son o no portadores de COVID-19”. Sin embargo, carecen de recursos para realizar la prueba por lo cual hacen un llamado al Gobierno de Guatemala o alguna institución que pueda brindarles ayuda para poder retornar a su hogar.