En el marco de la conmemoración del Día Internacional del Trabajo, la Organización Mundial del Trabajo (OIT) revela que aproximadamente 1,600 millones de trabajadores de la economía informal en el mundo han perdido su fuente de sustento. Lo que equivale a casi la mitad de la población activa a nivel mundial.
Redacción Perspectiva
“Para millones de trabajadores, la ausencia de ingresos equivale a ausencia de alimentos, de seguridad y de futuro. A medida que la pandemia y la crisis del empleo evolucionan, más acuciante se vuelve la necesidad de proteger a la población más vulnerable», expresó Guy Ryder, Director General de la OIT.
Las restricciones y la reducción en los horarios laborales a consecuencia de la pandemia del COVID-19 han afectado a 305 millones de empleos en el mundo, lo que representa un deterioro del 10.5% del Producto Interno Bruto (PBI). Una cifra que supera el efecto proyectado por la OIT.
La principal razón de la dura situación que afronta el trabajador informal se debe a la prolongación del confinamiento
La población mundial laboral activa es de 3.300 millones de personas de las cuales 2 millones se dedican a la economía informal y 80% continúa sin recuperar la capacidad de trabajar. La causa de esta situación extrema es la prolongación de las medidas de confinamiento para contener al COVID-19.
Por otro lado, las empresas también han tenido que afrontar los efectos que dejan la restricción de horario y el resto de medidas de prevención. Un total de 436 millones de empresas podrían cerrar en los próximos meses. Los sectores de la economía más golpeados son el comercio mayorista y minorista, las manufacturas, servicios de alojamiento y el sector inmobiliario.
Ante la difícil situación, la OIT insta a medidas urgentes que apoye a trabajadores y empresas, especialmente a la pequeña y mediana empresa. Las recomendaciones de la OIT, para enfrentar la crisis económica es que los gobiernos y el sector empresarial procuren fortalecer los programas de protección social y la creación de empleos.
A nivel internacional, la OIT solicitó al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM), agilizar medidas de estímulo y de alivio de la deuda.