La quiebra de Silicon Valley Bank y Signature es una fuerte sacudida al sistema bancario. Mientras Washington asegura que protegerá los fondos de todos sus depositantes. En otras partes del mundo, el temor ante la caída de las acciones bancarias ocasionó variaciones sin precedentes.
Renée Saravia
La caída de Silicon Valley Bank es catalogado como la punta del iceberg de una enorme crisis financiera.
Aunque el gobierno de Estados Unidos busca estabilizar la situación y se ha comprometido a devolver los fondos de todos los depositantes, las bolsas del mundo experimentan un creciente temor por la caída de las acciones bancarias.
Entre las medidas implementadas, al menos cuatro bancos americanos han dejado de operar en Wall Street. Entre ellos, el First Repúblic Bank y otros tres bancos pequeños.
La detención de las operaciones, es una medida habitual para frenar el descalabro de los activos hasta que se regule el mercado.
El riesgo de que otros bancos colapsen como Silicon Valley Bank y Signature Bank es lo que llevó a las autoridades estadounidenses a garantizar la devolución de todos los depósitos de esas dos entidades.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden envió un mensaje para tranquilizar a la población. “El sistema bancario de los Estados Unidos es seguro”, ha dicho el mandatario estadounidense.
Caída de Silicon Valley Bank
El viernes 10 de marzo, California cerró las operaciones de Silicon Valley Bank (SVB) y el domingo, Nueva York decidió cerrar el Signature Bank.
SVB contaba con activos de USD 209.000 millones al momento de su cierre. Por su parte, Signature Bank contaba con USD 118.000 millones. Ambos representan, dos de los fracasos más grandes en el sistema bancario estadounidense.
A nivel mundial, los efectos del cierre de SVB tuvo un efecto inmediato en los valores bancarios europeos que cayeron un 5,7%.
Uno de los más afectados fue el Credit Suisse con una caída de 14%: Mientras que otros bancos estadounidenses reportan caídas de hasta el 40%.
