Alfonso Portillo fue postulado como candidato a diputado por el partido Visión con Valores (VIVA), y aunque existe la probabilidad de que su candidatura no sea aceptada por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), el ex presidente eferregista constituye una marca que garantiza la adhesión de quienes añoran aspectos de su gobierno, explica Christians Castillo. Caso similar sería el de Manuel Baldizón, quien con su imagen seguramente impulsará la candidatura de su hijo Jorge Eduardo como diputado.
Roxana Orantes Córdova
A cuatro meses de las elecciones, la campaña política transcurre sin debates y aparentemente, con mínimo interés de los guatemaltecos. Muchas personas están desencantadas y viven sin expectativas de cambio a través de las elecciones, sabiendo que la oferta electoral la definen los financistas, explica Castillo.
“El 2023 parece un proceso electoral de trámite, con muy poco de valioso en la oferta y muy pocas motivaciones para la participación ciudadana. Faltan cuatro meses para las votaciones y el proceso no agarra tracción. La ciudadanía no tiene confianza en el Tribunal Supremo Electoral (TSE), los partidos tampoco despiertan entusiasmo y es evidente que algunos partidos son grandes corporaciones políticas con partidos satélites”, señala el entrevistado.
A la vez, indica, existe “una cultura política muy romántica”, que apela a la nostalgia por figuras históricas marcadas de forma positiva o negativa, que para algunas personas se convierten en expectativa.
Por ejemplo, menciona, “salvando las distancias, para algunos los referentes son los gobernantes del período revolucionario mientras para otros, puede ser la figura de Ubico, quien impuso por la fuerza una convivencia ciudadana ordenada y privilegió la seguridad”.
Un ejemplo un poco menos lejano es Vinicio Cerezo, quien primero fue diputado constituyente, luego presidente de la República, diputado al Parlacen y diputado al Congreso.
Portillo y la nostalgia por un Estado “benefactor”
Según comenta Castillo:
“Portillo representa la añoranza de un estado en el cual la función pública se posicionó a favor de los sectores más desposeídos, por ejemplo enfrentó consorcios y mantuvo estables los precios de la canasta básica.
Para la gente puede representar la añoranza, algo para cambiar desde la función pública, un gobierno que marcó una época. Como todo evoluciona, aunque tiene algún nivel de arrastre, Portillo pasó de moda. Por ejemplo, recientemente dijo que el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), es la única estructura con capacidad organizativa, aunque es el partido con menos afiliados de todos.
Hoy Portillo tiene más de 70 años y no tiene la misma capacidad de convocatoria o arrastre que tuvo en 2015. No veo a viejos dinosaurios con la capacidad de arrastre que tuvieron hace dos elecciones. El marco es diferente, lo cambiaron los indignados”.
Baldizón, un caso similar (salvando las distancias)
Aunque Manuel Baldizón no llegó a ser presidente, hace casi una década era una de las figuras políticas más preponderantes y, según algunas opiniones, “estuvo a punto” de ser presidente, lo que se frustró con las manifestaciones de 2015.
Como Portillo, Baldizón cumplió condena en Estados Unidos, también por delitos relacionados con el lavado de dinero. A su regreso, se incorporó al proyecto político de sus hijos, llamado CAMBIO.
Se trata de un partido nuevo, prácticamente desconocido, que tiene como marca distintiva la figura de Manuel Baldizón. Probablemente, la presencia del líder puede salvar la candidatura de su hijo Jorge, si bien como indica Castillo, tanto Portillo como Baldizón podrían no ser inscritos.
Sobre Portillo, señala: “veo difícil su inscripción. Ya fue vetado en 2015 y 2019, existe un sector de poder que no permitirá su candidatura”. Sin embargo, su participación puede abonar a la reelección de su ex esposa, primera en el listado de VIVA.
En cuanto a Baldizón, hoy la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), anunció las órdenes de captura contra más de 10 personas, supuestamente integrantes de la “estructura” de Baldizón en el caso Odebrecht. Esto, seguramente, incidirá en que le nieguen la certificación que otorga inmunidad (antejuicio), a los candidatos.
Castillo considera que:




































