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jueves, octubre 2, 2025

La novela negra se impuso en el Premio Nacional de Literatura

Nieto y sobrino de escritores, el ganador del Premio Nacional de Literatura 2017 es catedrático universitario, periodista, incansable lector y escritor de novelas negras que tienen como protagonista a un comisario muy especial: Wenceslao Pérez Chanán.

Equipo Perspectiva

Paco Méndez recibió el Premio Nacional de Literatura hace unos días. Nieto del también escritor Francisco Méndez (1907-1962), es parte de una estirpe de literatos, entre quienes se cuenta Leonel Méndez Dávila.

Como muchos novelistas, Paco Méndez se inició en el periodismo. Según dice: “Escribo novela negra. Creo que haber trabajado con el periodismo, sobre todo en el trabajo de investigación y la nota roja fueron un caldo de cultivo para que me interesara mucho por la escritura”.

Reportero en medios escritos y televisivos, fue parte del equipo fundador de Siglo Veintiuno, en los años noventa. Entre los personajes que entrevistó para esa sección, están el roquero Sting (cantante y bajista de Police), la viuda del ex presidente Jacobo Árbenz, María Vilanova; el cantautor cubano Silvio Rodríguez y los escritores nacionales Carlos Solórzano, Augusto Monterroso y Luis Cardoza y Aragón.

comisario perez chanan

Méndez obtuvo un doctorado en Letras en Costa Rica. Entre sus obras publicadas, se cuenta un Diccionario de Autores y Críticos de Guatemala (2010). De su estancia en Costa Rica recuerda: “Cuando estudiaba mi doctorado en Costa Rica me volví un acérrimo lector de novelas negras y leí todos los detectives posibles”.

El nacimiento de un personaje

Wenceslao Pérez Chanán es un comisario de policía que, según cuenta Méndez: “vive en el Mezquital con su esposa Wendy, sus cinco hijos y una american pitbull retirada de la pelea”.

Al leer las diferentes obras donde aparece este comisario, el lector conoce a un hombre que sabe moverse con mucha comodidad por el bajo mundo y que responde a las características que definen al detective clásico de la novela negra: una moral relajada, dudosa reputación y se gana la vida a duras penas resolviendo crímenes.

Pérez Chanán fue una idea que surgió mientras Méndez estudiaba el doctorado en Letras: “Fue precisamente en Costa Rica donde me planteé la idea de crear a mi detective, el comisario Wenceslao Pérez Chanán y a su equipo integrado por Enio y Flavio, sus dos detectives estrellas. Revisé los héroes guatemaltecos nacidos de la ficción, gente como Gaspar Ilom (de Miguel Ángel Asturias), como los personajes del Bolo Flores (Marco Antonio Flores), Juan Chapín, de José Milla y Vidaurre y otros. Nunca encontré un héroe policía, por eso me pareció importante crear al comisario”, recuerda.

Novela negra y novela policiaca

En los últimos años, varios autores han comenzado a producir los dos géneros en el país. Entre los precursores, es necesario citar a Jorge Godínez, con Miculax (1991), y los también galardonados con el premio nacional de letras: Francisco Pérez de Antón, quien exploró el género policiaco con El callejón de Dolores (2012) y La amapola  de Westminster (2016) y Dante Liano, con El hombre de Monserrat (2005). Otro narrador nacional que ha incursionado en la novela policiaca es Oswaldo Salazar, con la obra Por el lado oscuro (2004).

Todas estas obras son representativas del género histórico policiaco. Enlazan situaciones históricas o narran hechos sucedidos en épocas pasadas donde se habrían cometido crímenes que son resueltos a través de la trama.

La novela policiaca, también conocida como detectivesca, tiene como protagonista a un detective que trata de resolver los hechos criminales a través de la indagación, la observación y la deducción.

El campeón de estos héroes detectivescos es el aristócrata Sherlock Holmes, un genio de la deducción creado por Conan Doyle: toca violín, es un noble adinerado que resuelve los crímenes como parte de un ejercicio intelectual y está muy alejado de las pasiones mundanas.

En las tramas policiacas es claro el enfrentamiento entre el bien y el mal. En estas novelas, raramente se abordan los motivos personales y la psicología de los protagonistas.

La novela negra también parte de un crimen, pero este hecho lleva al lector en un viaje a través de ambientes marginales. Hampones, prostitutas, traficantes y ladrones suelen ser personajes en estas novelas. Otro elemento que marca la diferencia entre la novela policiaca y la negra, es que en estas se encuentra la descripción de sociedades en crisis y un contexto social marcado por el miedo y la violencia.

Y probablemente el aspecto principal en estas obras, es que el detective que resuelve los hechos es un antihéroe. Un hombre generalmente fracasado y lleno de conflictos internos, que no duda en usar los mismos métodos de los criminales a los que combate para lograr resolver su caso, que casi nunca es un elegante hobbie intelectual y casi siempre, su forma de ganarse la vida.

Finalmente, es importante mencionar que el lenguaje usado en las novelas negras es la jerga callejera, el lenguaje duro. Entre los pilares del género en el mundo, puede citarse al estadounidense  Elmore Leonard (1925-2013). Y otro autor guatemalteco que lo explora con mucha maestría es Byron Quiñonez, con El perro en llamas, entre otras novelas.

Para conocer una muestra de la obra de Méndez, puede ingresar a: http://www.relato.gt/blogs/la-decision-el-comisario-w-p-chanan-regresa

 

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