La semana pasada el Congreso juramentó durante la sesión solemne, a la nueva Corte de Constitucionalidad.
Ese alto tribunal que en la legislatura pasada más de una vez tuvo que enderezarles la plana a los diputados que aprobaban leyes sin cumplir con los procesos necesarios. Sin embargo, la sesión no fue tan solemne. El Presidente de la República, Jimmy Morales, ingresaba con una notable ausencia de diputados. Culmen de una semana de roces entre él y su bancada fue su ingreso. Pasó sin saludarlos para luego regresar y hacer el saludo que el protocolo manda.
A la misma hora, en la sede central del Ministerio Público, el ente investigador informaba del inicio del proceso de antejuicio contra ocho diputados. Juan Manuel Giordano, Oscar Corleto, Laura Franco, Byron Chacón, Rudy Pereira, Julio Juárez, Ferdy Elías y Edgar Montepeque. Ahora se buscará iniciar procesos de investigación por la denuncia sobre presuntas presiones contra la gobernadora de Alta Verapaz.
Los diputados le habrían pedido no sólo colocar a personal de su confianza en distintas plazas sino controlar la obra pública y decidir la adjudicación de algunos contratos.
Fue ello lo que hizo tenso el ambiente mientras el nuevo presidente de la CC, Neftalí Aldana, hablaba del valor del tribunal para garantizar la independencia de poderes. Un discurso sin mayor polémica fue también el de Jimmy Morales, recordando a los nuevos magistrados su compromiso con el país y pidiendo que no decepcionen. Acorde a su carácter, Mario Taracena sí lanzó una crítica respecto a los casos en que considera que la CC se ha extralimitado de sus funciones. Es esta nueva CC la que, por ejemplo, deberá arbitrar entre el poder legislativo y el ejecutivo respecto a la ley vetada por presidencia que castiga con cárcel la inasistencia de ministros y funcionarios a las citaciones.
Terminada la sesión solemne fue imposible continuar con la agenda por falta de diputados. Además, la Junta Directiva había citado a 4 diputados involucrados en el caso de la citación a la gobernadora. Todos lo negaron. Afirman que intervinieron poco, que sus palabras se malinterpretaron, que nunca dijeron esto o aquello. Mientras tanto la Junta Directiva, más benevolente en su crítica que como lo fue con Juan Manuel Giordano, tampoco impuso sanción. A decir de Taracena, porque ya hay un proceso legal en su contra.
