El 27 de marzo se festeja el Día Mundial del Queso, si eres un amante del queso, ¡asegúrate de probar diferentes variedades y de experimentar con nuevas recetas para celebrar este delicioso alimento! Hoy te presentamos una serie de recomendaciones para encontrar la combinación ideal de quesos y vinos.
Redacción Perspectiva
La combinación de vinos y quesos se ha vuelto una práctica habitual en la mesa, llegando a catalogarse como “el maridaje perfecto”. Ambos tienen sabores y notas complejas y variadas; los hay: terrosos, frutales, dulces, amargos, picantes y salados; que, en combinación, mejoran la experiencia en el paladar.
Los quesos y vinos son productos que tradicionalmente se producen en regiones específicas, esto significa que a menudo tienen raíces culturales compartidas, que desarrollan una larga historia de maridajes entre ellos.
“El maridaje de quesos y vinos puede ser una experiencia muy divertida y versátil. En Corchos, invitamos a los guatemaltecos a unirse alrededor de una mesa para probar nuevas combinaciones y maridajes. Nunca se deja de aprender y descubrir en este apasionante mundo del vino y la gastronomía”, concluyó Juan José Sierra, experto en vinos de la distribuidora Corchos.
En el marco de la celebración del Día Mundial del Queso, Corchos brinda una serie de recomendaciones y maridajes ideales:
- Considera la intensidad de sabor: tanto el sabor como la intensidad de ambos productos deben ser similares para lograr una buena combinación. De lo contrario un queso fuerte puede abrumar a un vino más ligero, mientras que un vino potente puede opacar los sabores sutiles de un queso más delicado.
- Complementa los sabores: los vinos y quesos que comparten sabores similares se complementan mejor. Los vinos tintos con notas frutales suelen ir bien con quesos suaves y cremosos, mientras que los vinos blancos secos pueden complementar a los quesos ácidos.
- Los opuestos se atraen: para agregar emoción y variedad también se pueden maridar por contraste, esto quiere decir que un queso salado, picoso y cremoso como el queso azul, se puede maridar con un vino de postre, el cual es bastante dulce.
- Cuida la temperatura: es ideal considerar este factor para no afectar el sabor y aroma del vino y del queso. La recomendación es que, para los quesos, se deben retirar del refrigerador de 30 a 60 minutos antes de servir. En el caso de los vinos, los tintos se suelen servir ligeramente frescos (16-18°C), mientras que los blancos o espumantes se sirven fríos (entre 8°C).
- Ponle atención a la edad: la edad de los vinos puede ser un factor importante. Los vinos más jóvenes tienden a tener sabores más frutales y ácidos, que maridan muy bien con quesos suaves y cremosos; por su parte, los quesos más fuertes o maduros se complementan mejor con vinos más viejos.

Los maridajes ideales
La combinación de estos dos productos permite diversas posibilidades. A continuación, se presentan 4 maridajes ideales:
- Tinto y queso maduro: los vinos tintos como Cabernet Sauvignon, Syrah o Malbec, van con quesos cheddar, gouda viejo, queso azul o parmesano. La combinación de sabores frutales y terrosos de la bebida se complementan bien con la intensidad de sabor del queso maduro.
- Vino blanco y queso suave: Chardonnay, Sauvignon Blanc o Riesling maridan ideal con quesos como brie, camembert, queso de cabra o feta; la acidez y frescura del vino blanco ayuda a equilibrar la suavidad del queso y realzar sus sabores.
- Espumante y queso salado: vinos espumantes como Champagne, Prosecco o Cava congenian muy bien con un queso parmesano, manchego o gruyere. La burbujeante textura y acidez del vino ayudan a limpiar el paladar después de cada bocado de queso salado.
