El presidente estadounidense Donald Trump presentó el jueves un plan para aumentar los aranceles para igualarlos a los impuestos que otros países cobran por importaciones, con el cual busca eliminar los desbalances comerciales.
Redacción Perspectiva
“He decidido, por el principio de equidad, que voy a cobrar un arancel recíproco”, declaró Trump en la Oficina Oval. “Es justo para todos. Ningún otro país se puede quejar”.
La administración republicana de Trump ha insistido en que sus nuevos aranceles nivelarían el campo de juego entre los fabricantes estadounidenses y los competidores extranjeros, aunque estos nuevos impuestos probablemente serían pagados por los consumidores y empresas estadounidenses, ya sea directamente o en forma de precios más altos.
De acuerdo con Associated Press, la política de aranceles podría volverse en contra de Trump si eleva la inflación y frena el crecimiento, convirtiéndose en una apuesta de alto riesgo para un presidente ansioso por declarar su autoridad sobre la economía.
Cabe destacar que los aumentos de aranceles se personalizarían para cada país con el objetivo parcial de iniciar nuevas negociaciones comerciales. Pero otras naciones también podrían sentir la necesidad de responder con sus propios aumentos de aranceles sobre productos estadounidenses. Como resultado, Trump podría necesitar encontrar formas de asegurar a los consumidores y empresas que el crecimiento contrarrestará cualquier incertidumbre derivada de las posibles repercusiones de sus aranceles
Howard Lutnick, el elegido por Trump como Secretario de Comercio, dijo que anticipa que la investigación estará completa el 1 de abril. Dependerá entonces de Trump decidir, a partir del 2 de abril, cuándo implementar cualquiera de los nuevos aranceles recomendados, dijo.