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El segundo periodo ordinario de sesiones ha comenzado y a juzgar por lo visto la tarde de ayer, al Congreso le depara más de lo mismo: estancamiento, jugadas sucias y alianzas bajo la mesa.
A la sesión del día de ayer se llegaba con un acuerdo establecido en Jefes de Bloque para colocar en agenda primero decidir si se retiraba o no la inmunidad a Otto Pérez Molina y continuar con la tercera lectura del proyecto de reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Sin embargo al iniciar la, sesión la orden del día ya era otra: se daba prioridad a aprobar actas de las sesiones pasadas y luego se proponía discutir la aprobación de lo que fue presentado como un “donativo” de Taiwán para la construcción de una carretera.
Orlando Blanco de la UNE fue el primero en rechazar el orden y proponer que se diera prioridad a la discusión de la reforma electoral. Diez minutos de charlas entre los diputados de la bancada y otros del Patriota bastaron para que Blanco retirara su solicitud.
Diputados del PRI, TODOS y EG criticaron a la UNE por dar el paso en falso y la Junta Directiva por romper el acuerdo alcanzado en Jefes de Bloque. Como expuso Roberto Alejos: “para la gente no es una prioridad endeudar más al país, ellos quieren las reformas y eso es lo que teníamos que tratar”. Alejos y Luis Fernando Pérez afirmaron que el proyecto del donativo también incluye la aprobación de un préstamo por US$50 Millones, asunto del cual se ha procurado no hablar.
Amílcar Pop tocó el tema para recordar la forma de operar de Taiwán, aduciendo que: “no sabemos si por acá ya han corrido cheques para que ese proyecto avance”.
Con la orden del día aprobada, y pese a que se había roto el acuerdo, los partidos pequeños y opositores permanecieron en el pleno mientras se aprobaban las actas. Fue en ese momento que empezó la fuga de diputados. La sesión inició con 86 pero algunos diputados de LIDER y PP empezaron a retirarse para romper quórum.
Nuevamente volvió a quedar claro que la alianza continúa y que a cambio de mantener la inmunidad del mandatario y no avanzar con las reformas, los dos partidos están dispuestos a mantener el Congreso estancado el tiempo que sea necesario.