La Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) ha emitido una resolución crucial hoy, exigiendo la liberación del obispo en Nicaragua. Condenado a 26 años de prisión por negarse a abandonar el país, la CorteIDH ha ordenado su liberación inmediata y ha instado al Estado a garantizar su seguridad y bienestar.
Redacción Perspectiva
La resolución de la CorteIDH destaca la grave situación en la que se encuentra el obispo Álvarez, subrayando la necesidad de proteger su vida, salud e integridad personal. Además, se hace hincapié en la importancia de proporcionarle un trato digno, incluyendo acceso a servicios de salud, medicamentos, alimentación adecuada y la posibilidad de comunicarse con su familia y abogados.
Esta no es la primera vez que la CorteIDH interviene en favor de personas consideradas presos políticos en Nicaragua. A pesar de las múltiples resoluciones emitidas anteriormente, el Gobierno del presidente Daniel Ortega no ha cumplido con las demandas de la Corte.
La resolución también destaca que el obispo Álvarez ha sido condenado a la pérdida de derechos ciudadanos y a la pérdida de la nacionalidad nicaragüense, lo que lo coloca en una situación de extrema vulnerabilidad.
Esta última decisión se suma a un historial de pronunciamientos de la CorteIDH en apoyo a aquellos que han sido injustamente detenidos en Nicaragua. Sin embargo, el Gobierno nicaragüense ha rechazado previamente estas medidas provisionales, argumentando que están influenciadas por intereses externos.
En febrero de este año, el Gobierno de Ortega liberó y expulsó a 222 presos políticos, pero el obispo Álvarez se negó a abandonar el país. Como consecuencia de su resistencia, fue condenado a una larga pena de prisión, privado de su ciudadanía y trasladado de su arresto domiciliario a una cárcel.
Es importante destacar que el Gobierno de Ortega también ha interrumpido las relaciones bilaterales con el Vaticano y ha criticado duramente a la Iglesia, acusándola de ser antidemocrática. Estas tensiones han creado un ambiente adverso para los líderes religiosos y defensores de los derechos humanos en Nicaragua.
La resolución de la CorteIDH representa un llamado urgente a Nicaragua para que respete los derechos humanos fundamentales y garantice la libertad y seguridad del obispo Álvarez. La comunidad internacional sigue de cerca esta situación, instando al Gobierno nicaragüense a cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos.