Guillermo Lasso toma una decisión histórica en Ecuador: disuelve el congreso y convoca a elecciones generales anticipadas. Tras enfrentar un juicio político en su contra, el presidente firma el decreto 741, invocando la causal de «grave crisis política y conmoción interna» contemplada en la constitución.
Redacción Perspectiva
El mandatario utilizó el recurso Constitucional, contemplado el artículo 148, conocido como Muerte Cruzada. En un mensaje a la nación, Lasso aseguró que “todos los esfuerzos del poder legislativo buscan desestabilizar al gobierno con un juicio infundado”.
El anuncio de Lasso llega en medio de acusaciones de desestabilización por parte del poder legislativo y múltiples intentos de destitución y derrocamiento durante su corto periodo de gobierno.
El mandatario argumenta que la Asamblea Nacional ha obstruido su plan de trabajo propuesto para su presidencia y ha acosado políticamente a sus ministros, generando un ambiente de hostilidad y falta de gobernabilidad.
Con la disolución del congreso, Lasso gobernará bajo decretos ley que deberán pasar por el control de la Corte Constitucional hasta que se realicen las nuevas elecciones.
En su primer decreto ley, el presidente busca fortalecer la economía familiar al reducir los impuestos a las familias, negocios populares, taxistas y artesanos. Este decreto será enviado a la Corte Constitucional para su dictamen favorable.
La decisión de disolver el congreso implica que los legisladores deberán abandonar sus curules, y en caso de no hacerlo, podrían incurrir en desacato y ser detenidos por la Fiscalía y la Policía.
La medida ha generado diversas reacciones en el país, con felicitaciones de algunos sectores y críticas de otros. El expresidente Rafael Correa considera la decisión ilegal y acusa a Lasso de no haber podido comprar suficientes asambleístas para salvarse.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas califica la situación como una «dictadura de Guillermo Lasso» y convoca a mantener la unidad para analizar y tomar decisiones colectivas.
Mientras tanto, las Fuerzas Armadas se mantienen vigilantes y enfatizan su obediencia a la constitución, llamando a la unidad y advirtiendo que no tolerarán intentos de alterar el orden constitucional mediante la violencia.
Desde la tarde del 16 de mayo, los miembros de las Fuerzas Armadas se encuentran concentrados en sus cuarteles a la espera de disposiciones. Esta mañana, el paso hacia la sede del Legislativo, en Quito, está bloqueado y hay un fuerte resguardo militar y policial en la zona.
La decisión de Guillermo Lasso marca un hito en la historia política de Ecuador y plantea un escenario de incertidumbre y polarización.
El país se encuentra en una encrucijada, donde la protección de la democracia y el respeto a los derechos de los ecuatorianos serán fundamentales para superar los desafíos y avanzar hacia un futuro más estable y próspero.
