Esta sección presenta dos visiones sobre un mismo acontecimiento, a fin de que nuestros lectores tengan un panorama lo más completo posible sobre los sucesos de actualidad. Para el primer Frente a Frente entrevistamos a Xavier Soria y Juan Carlos Paiz Aguilar.
Soria es un ingeniero civil y empresario de la construcción que estudia maestría en Administración de Políticas Públicas. Fundador de la agrupación civil Somos, que se autodefine como plataforma política, Soria participó activamente en las manifestaciones de 2015 y considera que en las protestas actuales existe mayor claridad en los planteamientos de quienes demandan la renuncia del Presidente y los diputados.
Paiz Aguilar, empresario que anteriormente fue ganadero y fue parte de la gremial empresarial, de donde se alejó, según afirma, por considerar que son “aguados”
Primo de los hermanos Valdez Paiz, señala que “pasaron ocho años presos sin ninguna razón, por malos procedimientos de los entes investigadores. Paiz Aguilar es un celoso defensor de la soberanía y manifiesta abiertamente su oposición a las protestas.
Xavier Soria
1. ¿Qué significa para el país un contexto similar al de 2015, apenas dos años después?
Yo diría que el contexto no es igual. En 2015 sucedió un estallido irrepetible. Este tipo de crisis seguirán repitiéndose mientras el sistema no se oxigene con nuevas fuerzas políticas y dependa de las viejas formas de ejercer la política.
Las fuerzas sociales se han alineado y existen posiciones extremas: desde quienes proponen el cambio radical de todo, a quienes se inclinan por posiciones reformistas para mejorar el sistema. Sin embargo, existe confluencia de ideas y diría que hay vasos comunicantes entre los diferentes grupos y colectivos. Por supuesto, existen discrepancias.
2. ¿Considera que quien no avala el movimiento de protesta actual está a favor de la corrupción?
No necesariamente. Una cosa es estar ubicado en la actualidad y otra el desinterés y la desinformación. Quien quiere cambios reales debe conectar con la población para ganar sus simpatías. Acusar a las personas de corruptas no es entrarle al juego democrático, esto no debe ser así.
3. ¿Puede definir el perfil del ciudadano que protesta actualmente?
Depende. En Guatemala existen muchas luchas ciudadanas por diversos motivos. En algún momento son transversales, como las resistencias viejas de los pueblos indígenas. En este momento vemos protestar a estudiantes conscientes de la realidad, gente de la clase media, trabajadores que pueden ir al Congreso por las tardes o a la Plaza los sábados. Aunque se menciona que ahora hay menos gente protestando, no sabemos cómo va a evolucionar esto, lo cierto es que quienes protestan tienen ideas más claras.
4. ¿Qué escenario se plantearía si a raíz de las protestas renuncian el Presidente y los diputados?
El resultado es incierto. Cada vez es más difícil que ganen el pulso las viejas formas de hacer política. Lo ideal es que al renunciar la cabeza del Ejecutivo se realice un relevo según lo establecido por la ley. No me inclino por una Asamblea Nacional Constituyente, puesto que las actuales fuerzas políticas, que son las que podrían inscribirse, ya están permeadas por la corrupción. Tendríamos un escenario similar al de 1994, cuando el resultado fue que quedaron sepultados los últimos partidos ideológicos, como la Democracia Cristiana (DCG), y en cambio surgieron los actuales grupos que se han pervertido, como el Frente Republicano Guatemalteco (FRG) o el Partido de Avanzada Nacional (PAN).
Sin embargo, existen grupos que comienzan a integrarse como partidos políticos y no han sido manchados por la corrupción. Semilla, por ejemplo.
5. ¿Hay clientelismo en las marchas?
No he escuchado esto, pero es grave y debe ser denunciado. Yo lo denunciaría.
6. ¿Qué debería reformarse para eliminar la corrupción en el país?
La Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP), el sistema de justicia, en cuanto a las reformas constitucionales y las leyes ordinarias. También debe reformarse el funcionamiento del Estado, en cuanto a la corrupción y el servicio civil. Debe haber filtros para oxigenar el Estado, las plazas deben obtenerse por meritocracia. Y finalmente, la reforma fiscal. No solo en tema de tributos sino en cuanto al financiamiento del Estado, por ejemplo.
7. ¿Cuál es su opinión sobre el Plan para la Prosperidad del Triángulo Norte?
Nos hemos convertido en un problema para la geopolítica estadounidense. Además de ser un paso de drogas, una ruta para el narco, somos parte de la ruta de la migración no deseada. Otro aspecto son las características del manejo del patrimonio estatal, que en el país es visto como un botín.
El plan propuesto por Estados Unidos no traerá prosperidad si no va de la mano con reformas políticas, cambios socioculturales, que le permitan a Guatemala convertirse en interlocutor legítimo no solo de Estados Unidos sino de todo el mundo.
Juan Carlos Paiz Aguilar
1. ¿Qué significa para el país un contexto similar al de 2015, apenas dos años después?
Señores que quieren llegar al poder están tratando de cooptar las instituciones del Estado. Situaciones como esta se podrían repetir cada dos años. Son movilizaciones políticas y quienes las promueven quieren llegar al Estado porque no tienen capacidad por las vías establecidas.
No creo que sea un asunto de ideologías, solamente de ambición política.
2. ¿Considera que quien no avala el movimiento de protesta actual está a favor de la corrupción?
Simple y sencillamente, gente que pretende tener una bandera o eslogan utiliza este argumento. Quién puede creer que un ciudadano va a aprobar a quien le roba en su cara los impuestos que han tributado. Sin embargo, no mencionan la corrupción de las Organizaciones No Gubernamentales.
3. ¿Puede definir el perfil del ciudadano que protesta actualmente?
Son una partida de borregos manejados por no más de veinte personas. Esto no tiene dos ni cuatro años de existencia, viene desde la firma de los Acuerdos de Paz. Manejan a la gente con el discurso revolucionario. Usan esa palabra para captar a la juventud y quienes protestan, no saben quiénes los están utilizando.
Según se dice, asistieron unos ocho mil. Esto no es ni el 0.0001 por ciento de la población que se acerca a los 17 millones de habitantes. Incluso si hubieran asistido 170 mil, serían el uno por ciento. Esto no es representativo.
4. ¿Qué escenario se plantearía si a raíz de las protestas renuncian el Presidente y los diputados?
Se puede volver una guerra civil. Ellos llegarían al poder. Están organizados con dinero de varios países, hasta Estados Unidos. Es un problema serio. Tenemos cortes de justicia cooptadas por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Los países que apoyan estas acciones parecen no ver que Guatemala siempre ha luchado contra la ideología izquierdista.
5. ¿Hay clientelismo en las marchas?
Total. Ellos están totalmente manejados. No se han puesto a pensar que los están utilizando y que, quienes apoyan a los organizadores no llegarán ni siquiera a tener un puesto en la cola de los que aspiran el poder.
6. ¿Qué debería reformarse para eliminar la corrupción en el país?
Lo que debe reformarse en primer lugar es el sistema de justicia. Para que la ley se cumpla debidamente. Ahora si cae un bandido sale inmediatamente. Mientras, personas como mis primos los hermanos Valdéz Paiz estuvieron en la cárcel ocho años sin ninguna razón.
Es necesario reformar las leyes, la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEPP). En ambos está el problema, son dos puntos clave.
7. ¿Cuál es su opinión sobre el Plan para la Prosperidad del Triángulo Norte?
No lo he estudiado a profundidad. Tenemos que evitar que otros países tengan tanta injerencia en Guatemala. Que vayan a gobernar y a pelear a sus países.