El análisis que Asies realizó sobre el Presupuesto 2019 señala que el proyecto debe aprobarse, porque de lo contrario se afecta el funcionamiento efectivo del Estado. Además se mencionó que la vulnerabilidad del presupuesto estatal siguen siendo los ingresos tributarios.
Redacción
Este año, el Estado debió funcionar con el mismo presupuesto de 2017, debido a que no fue aprobada la propuesta de 2018, indica el análisis que la Asociación de Investigación y Estudios Sociales hizo sobre el tema.
El proyecto para 2019 propone Q 89, 775.06 millones, un 15% más en relación con el vigente, de Q 77, 916.74 millones. Debido a que en 2017 no se aprobó el proyecto de ley, “el funcionamiento efectivo del Estado resultó afectado”, señaló Claudia García, coordinadora del Departamento de Investigación y Consultoría Económica de Asies, en la presentación de los análisis sobre el Presupuesto General de la Nación.
Por otra parte, esta limitación obligó a que el Estado realizara transferencias, que facilitan la opacidad. Según García, es recomendable “revisar a la baja la estimación de ingresos para el 2019, tomando en cuenta las proyecciones del Banguat y la coyuntura política, pues se trata de un año electoral”.
La calidad del gasto público es otro de los retos que necesitan mejoras sustantivas, según evaluaciones del Banco Mundial, señalan los analistas de Asies.
Los más favorecidos
Los ministerios de Educación, Salud Pública y Asistencia Social, Gobernación y Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, tienen más incremento en sus asignaciones.
La asignación para este grupo de carteras suma el 40.92% del presupuesto solicitado. Aunque estas sean las prioridades del gobierno, una realidad es que buena parte de los fondos de Salud y Educación se destinan a sufragar los pactos colectivos, dijo uno de los analistas durante la presentación del documento. Ello, pese a que estos dos sectores, junto al de infraestructura, son los que tienen más necesidades. Al mismo tiempo, su desarrollo y fortalecimiento son los puntales para el desarrollo del país, señalaron ambos analistas.
En Educación, resalta la escasa instrucción de los docentes, originada en la baja calidad de formación y los escasos incentivos que tienen, lo que podría explicar los bajos resultados de Centroamérica en pruebas de aprendizaje, señala un estudio del Banco Mundial (BM), citado por Coyoy.
Otro aspecto que merece y necesita atención es el saneamiento. Según el análisis de Coyoy: “Sin planificación estratégica ni inversión en el sector, la asignación de recursos refleja un presupuesto que no satisface las expectativas y carece de criterios de equidad en su asignación, problemas que se ven agravados por la baja ejecución presupuestaria de los últimos años”.
Especialmente, en las áreas rurales, el apoyo gubernamental al saneamiento rural es prácticamente inexistente. El saneamiento rural es uno de los desafíos más importantes que enfrenta el sector en Guatemala a la fecha, indica.
En cuanto a la salud, afirma: “Los recursos humanos son el insumo de salud más importante, sin embargo, la carencia de personal del cuidado de la salud sigue siendo una limitación de calidad fundamental en la mayoría de países centroamericanos”.
¿Cómo se financiará el PGN?
Mientras el presupuesto del Estado sigue estando vulnerable en cuanto a los ingresos tributarios, se mantiene la incertidumbre sobre los ingresos reales para financiar los gastos programados, dijo Coyoy.
El monto de ingresos tributarios proyectados obedece a una estimación de Q 65, 210.0 millones según el proyecto de presupuesto 2019. Según una estimación de la Superintendencia de Administración Tributaria en mayo de 2018, el año cerraría con Q 59, 707 millones; con una proyección de Q 65, 035.4 millones para el año 2019. Esto significa un crecimiento esperado de la recaudación de 8.9 % para el 2019, asumiendo un escenario medio de crecimiento del PIB.
Pero la proyección se basa en “un escenario de crecimiento macroeconómico poco probable. Según Asies, el monto esperado de recaudación rondaría los Q64, 000 millones, “considerando un escenario bajo con las proyecciones oficiales del Banguat”:
Las conclusiones presentadas por Coyoy señalan:
Por el lado de los ingresos, el presupuesto 2019 se mantiene en la tendencia decreciente iniciada en 2015.
Será necesario que la nueva administración de gobierno asuma el reto de revertir esa tendencia, y buscar el aumento de los ingresos.
En lo relativo al gasto, se ha avanzado desde hace varios años en los aspectos formales para el presupuesto por resultados.
Es necesario avanzar en los procesos para la toma de decisiones sobre recursos en función de resultados y evaluación de desempeño.