Ante los retrasos de la llegada de las dosis de vacunas contra coronavirus en distintas partes del mundo, varios líderes señalan a los países ricos de monopolizar el acceso de las vacunas.
Redacción Perspectiva
De acuerdo con Amnistía Internacional, varios países ricos han acaparado una gran cantidad de dosis de vacunas contra el COVID-19, lo que provocó un desabastecimiento de las farmacéuticas.
La situación ha generado que países con menos recursos de América Latina retrasen las campañas de vacunación de su población. La organización internacional señala que está situación puso en evidencia la incapacidad del mundo para cooperar contra la pandemia, una situación que llamó a corregir “inmediatamente”.
Amnistía Internacional señala que la pandemia a generado un “sálvese quien pueda” que pone en riesgo a los más vulnerables y agrava las desigualdades.
“La pandemia ha arrojado luz sobre la incapacidad del mundo para cooperar de forma eficaz y equitativa”, afirma en el preámbulo Agnès Callamard, secretaria general de la ong.
“Los países más ricos han establecido un casi monopolio sobre el abastecimiento de vacunas en el mundo, dejando que los países con menos recursos se enfrenten a las peores consecuencias para la salud y los derechos humanos, y por lo tanto a los mayores trastornos económicos y sociales”, agregó.
De acuerdo con cifras aportadas por AFP, la mitad de los 680 millones de dosis administradas en todo el mundo correspondieron a países como Estados Unidos, el Reino Unido e Israel, mientras que países calificados como pobres (9% de la humanidad) sólo recibieron el 0,1% de las dosis.
Pobreza y desigualdad
Luego de un año de declarar la pandemia del COVID-19 en China a finales de 2019, el mundo ha experimentado un cambio profundo y una crisis economía que presenta retos especialmente para los países con altos índices de pobreza.
Los datos recientes indican que la población que vive por debajo del umbral de la pobreza podría duplicarse en el próximo año debido al impacto de la pandemia.