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La presencia de los diputados de LIDER (que no llegaron en su totalidad) desde la hora en punto a la que fue convocada la sesión parecía ser ya presagio de que algo –fuera del estancamiento normal – sucedería el día de ayer en el Congreso.
Se presagiaba una jornada larga cuando luego de 15 minutos del inicio de la sesión ya se discutían tres órdenes del día. Una propuesta por LIDER que buscaba conocer una iniciativa para combatir el “coyotismo”, otra de microfinanzas, la Ley Probosque, así como reformas a la ley del Ministerio Público que pretenden apartar a la CICIG de cualquier acompañamiento en las investigaciones. Sólo pasado eso, proponían conocer las reformas a la Ley Electoral y el antejuicio contra OPM.
Prueba de ello fueron las palabras de Roberto Villate: “No se preocupen, si conocemos esas iniciativas votamos la Ley Electoral con los ojos cerrados”. Por otra parte, la propuesta de Junta Directiva o más específicamente de los aliados de LIDER, Luis Rabbé y Carlos Herrera era conocer una larga lista de iniciativas y dejar para otro día las reformas y el antejuicio.
Una propuesta de Roberto Alejos fue la que impulsó conocer las reformas, el antejuicio y la Ley Probosque. Sólo decidirse por una orden del día le tomó al Congreso dos horas puesto que ninguna conseguía el total de votos necesarios para ser aprobada y tuvo que surgir hasta una quinta iniciativa que conciliaba las exigencias de LIDER para que la sesión avanzara».
Mientras tanto se generaba optimismo, pues parecía que por fin las reformas saldrían del Congreso aprobadas en tercera lectura rumbo a la Corte de Constitucionalidad para ser dictaminadas. Y fueron aprobadas, pero la alegría de muchos duró apenas cinco minutos pues trascendía inmediatamente que la CC había otorgado amparo provisional sobre el recurso de inconstitucionalidad planteado por el mismo partido LIDER apenas días atrás.
Pero la culpa de este recurso que ahora regresa la iniciativa a su primera lectura de forma provisional y a la espera de una resolución definitiva, no es sólo de la CC ni de LIDER. No hay que olvidar que la lectura avanzó con 80 diputados porque el diputado del PP y constitucionalista, Oliverio García Rodas, aseguraba que ese procedimiento no reñía con la Carta Magna. Quizás la alianza, también hizo de las suyas desde un principio.
No dio tiempo para digerir el golpe porque mientras se corría la notificación de la CC, el pleno afrontaba otro gran reto: conocer el informe de la Comisión Pesquisidora que conocía el antejuicio contra Otto Pérez Molina. Tras una larga lectura llegó la votación. Con 88 votos a favor y 26 en contra (del PP y antiguos miembros de la bancada), el oficialismo ganó la batalla. No se logró llegar a los 105 votos necesarios y eso, en gran medida, se debe a la irresponsabilidad de 44 diputados ausentes. Destacando el caso de los dos diputados de VIVA, Juan José Porras y Manuel Villacorta quienes se desmarcaron para no votar.
El bullicio inicial parecía solo presagiar esta debacle que nuevamente pone al Congreso en desprestigio ante las expectativas de la ciudadanía. La sesión terminaba con el malestar manifiesto de diputados como Amílcar Pop, quien asegura que el expediente del antejuicio aún puede retomarse, mientras los diputados del oficialismo celebraban la victoria y la Junta Directiva rompía quórum para terminar la sesión.
Afuera, con tono sarcástico, Roberto Villate aseguraba: “Nosotros ya sabíamos que la CC iba a fallar en nuestro favor”.
