El 18 de julio, la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), emitió un comunicado condenando los últimos hechos violentos en Nicaragua. La gremial de industriales señala que: “después de casi tres meses de crisis, la situación en Nicaragua ha cobrado la vida de más de 300 personas, afectando no solamente a los hermanos nicaragüenses, sino también a la región centroamericana, causando impactos directos e indirectos en el clima de inversión y en la economía de nuestros países”.
Con base en esto, expresa el texto, la CIG rechaza y condena los actos de violencia que atentan contra la integridad de las personas, así como las acciones realizadas por el gobierno nicaragüense en estos tres meses.
Al mismo tiempo, realiza un llamado a mantener la paz en el hermano país, buscando preservar la seguridad de todos los ciudadanos, aunque enfatiza en que el respeto a los derechos humanos no será posible mientras se mantenga el régimen de Ortega-Murillo en el poder.
La CIG agrega: “reclamamos a los diputados que votaron en contra de la moción presentada el día de ayer y pedimos que se presente una nueva moción que sea aprobada”.
Esto último, porque el 16 de julio, los diputados del Congreso de la República no aprobaron un punto resolutivo propuesto por el legislador Fernando Linares Beltranena, para condenar los actos represivos del régimen de Daniel Ortega contra la población nicaragüense.
De los 158 diputados, 50 votaron a favor y 42 en contra. Resalta que 90 se abstuvieron o salieron del hemiciclo para no comprometerse. Entre quienes salió, está el diputado de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), Walter Félix, quien el lunes había asegurado que pronunciarse sobre temas de política exterior no le compete al Congreso de la República, sino al Presidente.
De igual manera, otros diputados de organizaciones izquierdistas se abstuvieron o no estuvieron presentes en la votación que tuvo como consecuencia que el punto no fuera aprobado.