El doctor Omar Barrios, docente universitario y abogado penalista, acudió ante el Consejo Superior Universitario para aclarar las tachas en su contra, que habrían quedado desvanecidas. Entretanto, la campaña contra el abogado sigue vigente en redes sociales, donde también se busca detractar al juez Lesther Castellanos.
Redacción Perspectiva
Al comentar que los señalamientos fueron desvanecidos, Barrios citó a Platón: “Hay que tener el valor de decir la verdad, sobre todo cuando se habla de la verdad”, escribió en su cuenta de Twitter.
Según dijo a los medios, las dos tachas sin fundamento fueron interpuestas por la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) y el diputado independiente Aldo Dávila.
Al parecer, en ambos casos se pecó de precipitación o desconocimiento de los procesos. Por ejemplo, AEU presentó como “prueba” de supuesta complicidad entre Barrios y el juez Castellanos, una resolución incorrecta, emitida en 2018, pero omitieron presentar la de 2020, que revoca la denuncia contra el juez y elimina la sanción en su contra.
En cuanto a Aldo Dávila, intentó señalar al docente universitario por “conflicto de interés” al señalar que Barrios tiene una relación laboral con el rector Murphy Paiz, sin tomar en cuenta que la ley prioriza precisamente a los docentes de la USAC, obviamente subalternos del rector.
Asimismo Dávila, quien es mucho más reconocido por su activismo sui generis que por su actividad legislativa, afirmó que las publicaciones de redes sociales podrían ser fundamento para una tacha, lo que Barrios considera violación a la libre emisión del pensamiento.
Desde una página llamada “RICIG”, remanente de la desaparecida comisión internacional que se identifica con logotipos de ONG´s pro derechos humanos, se señaló nuevamente a Castellanos de “proporcionar a Omar Barrios información de un caso bajo reserva”, pese a que la desestimación de las acusaciones contra Castellanos son “agua pasada”, lo que convierte en difamación que se le acuse desde una cuenta en redes.
A ello, el juez respondió: