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Aldo Dávila señala a presidente del Congreso por supuesta amenaza

Shirley Rivera, entre la Biblia y el escándalo La presidente del Congreso, Shirley Rivera, ha dado mucho de qué hablar. Los medios la dieron a conocer como “diputada constructora”, porque en los primeros cuatro meses de 2020, empresas vinculadas a la legisladora se beneficiaron con más de Q.60 millones. Rivera asumió la presidencia del Congreso con un discurso religioso fundamentalista, expresando un concepto arcaico según el cual, la autoridad de los políticos proviene del poder divino: “Sométase toda persona a las autoridades”, dijo en su toma de posesión. Sin embargo, sumando los beneficios de los contratos a muchas otras acciones y actitudes, resulta incongruente y hasta hilarante el desbordamiento de espiritualidad de la legisladora. Por ejemplo, en más de una ocasión, diputados de bancadas pequeñas u opositores a la alianza oficialista, denunciaron que Rivera silencia sus voces, especialmente cuando se discuten préstamos o transferencias cuyos destinos se pierden en la opacidad del manejo público. Recientemente, la presidente del Congreso tuvo un “rifirrafe” con Aldo Dávila, quien la señaló de amenazarlo. Dávila la responsabiliza de lo que le llegue a ocurrir. Esto, días después de que Dávila fuera confrontado por trabajadores municipales de Villa Nueva. Lo mencionado por Dávila sería la “punta del iceberg” del escándalo que rodea a la diputada constructora: recientemente se conoció que Rivera es muy cercana al Gobernador departamental Jorge Gramajo, relacionado con la empresa Cemento Bonanza. El colmo es que Gramajo, hermano de Javier Gramajo, alcalde de Villa Nueva, fue señalado de proveer el “lodocreto” a esa municipalidad. Y como guinda del pastel, Javier Gramajo (36), se está divorciando de su esposa, entre otros motivos, por una presunta relación extramarital con la presidente del Congreso (51). De esta manera, la honorable legisladora se encuentra hoy presionada entre citas bíblicas, aprobación de endeudamiento y coerción de derechos ciudadanos, escándalos de corrupción y una relación que, según los preceptos religiosos, podría ser considerada impropia.

Aldo Dávila divulgó un video en el que apunta a la presidente del Congreso, Shirley Rivera, por una supuesta llamada de amenaza contra el legislador LGBT, quien responsabilizó a Rivera por cualquier cosa que pueda pasarle.

Redacción Perspectiva

Aldo Dávila, diputado que se ha dado a conocer por su estilo polémico, expresó en un video que divulgó en sus redes, que Shirley Rivera, presidente del Congreso de la República, lo amenazó telefónicamente. Dávila no dio a conocer lo que Rivera le dijo, pero afirmó:

«Lo pongo del conocimiento de ustedes, ciudadanos, porque si voy al Ministerio Público no me van a escuchar».

El diputado dijo que la Fiscal General Consuelo Porras, también es parte del «pacto de corruptos», por lo que no tiene confianza para acudir al MP, donde seguramente no será atendido.

Sin embargo, dejó entrever que Rivera le habría dicho que «deje de hablar de ella». Dávila negó que la haya mencionado, pero agregó: «al que le venga el guante»…

Aldo Dávila y el agujero de la discordia

El legislador acudió hace poco a Villa Nueva, para fiscalizar los trabajos en el agujero que recientemente puso en entredicho varios aspectos de la forma en que se gestiona la infraestructura, especialmente si se toma en cuenta que el MICIVI y las municipalidades son beneficiarias de miles de millones para mantener la red vial.

Dávila fue agredido por un grupo de personas, aparentemente vecinos, y poco después los medios aseguraron que estas personas eran trabajadores de la Municipalidad de Villa Nueva.

Casualmente, Rivera ha sido vinculada últimamente al alcalde villanovano, Javier Gramajo, quien según medios y redes sociales, es muy cercano a la presidente del Congreso.

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