Desde su construcción en 1592, el puente Los Esclavos se mantienen imponente e indestructible. El paso de innumerables desastres naturales no ha logrado destruir la mítica obra.
Redacción Perspectiva
Su historia esta marcada por leyendas y mitos sobrenaturales que atribuyen la resistencia del puente ha un pacto con el diablo y sacrificios humanos.
En la primera época de la Colonia, el Ayuntamiento de Guatemala ordenó la construcción de un puente sobre el río Los Esclavos en Cuilapa, Santa Rosa para comunicar a la capital entre la capital y las provincias del oriente del país.

El puente se empezó a construir en 1579 y se inauguró oficialmente en 1592. conocido por ser uno de los más resistentes del país.
Tanto el nombre del río como el nombre del puente, deben su nombre a la comunidad xinca que fue esclavizada por los españoles, quienes junto a esclavos negros fueron los encargados de la construcción de la monumental obra.

El puente de 75 metros de largo y 2 metros de ancho posee 11 arcos que lo caracterizan ha resistido las crecidas del río, el paso de tormentas, deslaves, terremotos y el paso continuo de vehículos. El monumental puente es un emblema arquitectónico que reafirma la famosa frase “todo tiempo pasado fue mejor”.
De acuerdo con arquitectos e ingenieros, la resistencia de la obra se debe a la base de piedras que formaban un solo bloque y que fue edificado como un “solo cuerpo”.
Un pacto con el diablo
Una de las leyendas más famosas sobre el puente Los Esclavos, dice que uno de los esclavos que trabajó en la construcción del puente hizo un pacto con el diablo para terminar la obra, a cambio de su alma.

De acuerdo con la leyenda, el hombre se arrepintió y trato de engañar a satán quitándole una piedra al puente. Por eso, se dice que el puente mantiene un agujero que no ha podido ser arreglado.