La fascinación por los autos del creador de una de las compañías más representativas del mundo de los deportivos iniciaría desde temprana edad. Ferry Porsche heredó de su padre no solo la pasión por los vehículos sino la inagotable imaginación que supo combinar con esfuerzo y dedicación a la empresa y a la familia.
Redacción Perspectiva
La marca Porsche es reconocida como una de las más importantes en todo el mundo desde hace muchos años. Pero su historia y el éxito de la compañía se entrelazan con la vida de Ferry Porsche, personaje visionario que revolucionó la esencia de los deportivos.
Ferdinand Anton Ernst Porsche “Ferry Porsche “apodo cariñoso dado por su niñera y con el que se le reconoció a lo largo de toda su vida (88 años) . El único hijo varón del conocido constructor de autos Ferdinand Porsche.
Ferry, nacido el 19 de septiembre de 1909 en la ciudad austríaca de Wiener Neustadt, de niño solía pasear a diario por la fábrica de Austro-Daimler, de la que Ferdinand era entonces Director Técnico. “Mi padre me llevaba con él a todas partes”, escribió Ferry Porsche en su autobiografía.
La historia de Ferry Porsche está indiscutiblemente marcada por su padre y es que su amor por los autos surgió como una herencia innegable que lo llevó ha convertirse en uno de los titanes de los deportivos.
Justamente la vida de Ferry, al igual que la de su padre, tiene todo que ver con autos, tan es así que con tan solo 11 año recibió como regalo un pequeño auto infantil con el que iniciaría el sueño de estar detrás del volante.
El deseado regalo de navidad, fue llamaban ‘el Auto Cabrío’, porque los padres siempre le habían dicho a su insistente hijo que se olvidara de tener un auto y que lo máximo que conseguiría sería una cabra con un remolque para montarse. Sin embargo, una vez más su padre logró sorprender a su hijo con la pieza única que tenía un motor de cuatro tiempos, con 3,5 caballos de potencia y una caja de cambios de dos marchas.
Ferry no solo aprendió a dominarlo inmediatamente, sino que incluso lo perfeccionó. Encontró la manera de compensar la ausencia de diferencial, incorporó bujías de competición y logró optimizar el coeficiente de fricción del embrague.
A partir de ese momento nada podía parar la pasión de Ferry por los vehículos, durante esos años participó en un sin fin de competiciones automovilísticas infantiles.
Sin embargo, Ferry quería un poco más y soñaba con conducir un automóvil real. No obstante, solo tuvo que esperar hasta los 16 para conseguir conseguir un permiso de conducción especial en Alemania.
Años más tarde Ferry Porsche diseñaría el primer Typ 356, del que se construyeron tan solo 5 unidades en el mismo año y del que a lo largo de la historia de la marca prácticamente todos los modelos han sido una evolución constante de este primer deportivo de la firma Porsche, del que se construirían miles de unidades en diferentes versiones , tanto cabrio, como coupé, roadster y speedster.
El resto es historia y forma parte del legado de una compañía visionaria que continúa innovando y sorprendiendo con sus increíbles diseños.