Comprometidos con ofrecer alternativas innovadoras para conservación y cuidado del planeta, Carvajal Empaques presenta su nuevo portafolio de productos biodegradables y amigables con el medio ambiente.
El nuevo portafolio está basado en productos biodegrabables que tienen una diversificación de tecnologías en las que se incluyen papel, cartón y bagazo de caña, con un desarrollo exclusivo de Carvajal Empaques. De esta forma la empresa no solo utiliza una fibra natural, sino que cierra el ciclo de una industria tercera al darle un nuevo uso.
El portafolio incluye plásticos degradables, que incorporan aditivos de origen natural, lo que permite acortar la vida del material garantizando la biodegradabilidad a 5 años máximo. Además, el portafolio también ofrece plásticos reciclados, optimizando el proceso en las plantas de producción para tener “Cero desperdicios”, lo que permite trabajar con resinas recicladas como el R-Pet.
“Estamos conscientes de las transformaciones que como industria debemos hacer. El compromiso con nuestros clientes y el medio ambiente nos motiva a innovar y ofrecer productos que garanticen la satisfacción del consumidor y la sostenibilidad del planeta”, comenta Luz Amanda de Salazar, Gerente de Mercadeo y Sostenibilidad de Carvajal Empaques.
Con este nuevo portafolio, Carvajal Empaques ofrece a sus clientes productos a precios accesibles, un alto rendimiento, con biodegradabilidad certificada y una variedad de artículos prácticos, fáciles de usar y que aseguran el cuidado del medio ambiente. Todos los productos están certificados por la FDA y son aptos para el contacto con alimentos.
Carvajal Empaques está basado en dos ejes estratégicos: El reciclaje, como el gran camino y la verdadera solución a los problemas medioambientales del mundo. Está demostrado que solo un 10% de la contaminación marina es relacionada al plástico y menos del 1% es producto plástico de un solo uso. A pesar de las estadísticas, la respuesta al cierre del ciclo del plástico es evitando que los residuos, no solo plásticos, lleguen a los océanos.
El segundo eje es la educación. Es prioridad generar un despertar en los consumidores para desarrollar una correcta deposición de los residuos. Educar a los niños en casa, a los colaboradores en empresas y al sector gobierno. Solo entendiendo que este es un trabajo en conjunto, será posible trabajar en un círculo virtuoso para heredar el mejor medio ambiente y garantizar condiciones de vida óptimas para las futuras generaciones.