El análisis de la Perspectiva energética global 2023 de McKinsey & Company destaca la necesidad de abordar cuellos de botella tecnológicos y otros desafíos para alcanzar los objetivos net-zero y limitar el calentamiento global. La transición requerirá innovación, desarrollo de infraestructura y regulación coordinada.
Redacción Perspectiva
En este análisis, se modelan las perspectivas de oferta y demanda de productos energéticos en una trayectoria de 1.5°C y cuatro escenarios de transición energética ascendente. Se destaca que la energía limpia podría representar hasta el 85% de la generación eléctrica mundial para 2050 en un escenario de Compromisos Alcanzados.
Bram Smeets, socio de McKinsey, subraya la necesidad de un impulso global y colaboración para superar cuellos de botella y cumplir con los requisitos críticos para una descarbonización acelerada.
Hallazgos Principales
- Cuellos de Botella y Tecnologías Vulnerables: Obstáculos como la disponibilidad de tierras, infraestructura y mano de obra pueden ralentizar la transición energética. Tecnologías de rápido crecimiento como la eólica, solar, vehículos eléctricos y el hidrógeno enfrentan desafíos significativos.
- Consumo Mundial de Energía: El análisis señala que el consumo mundial de energía podría disminuir hasta un 6% para 2050 en un escenario de Compromisos Alcanzados. La electrificación de la industria jugará un papel clave.
- Vectores Energéticos de Crecimiento: La electricidad y el hidrógeno experimentarán un crecimiento significativo, representando hasta el 58% de la demanda energética en 2050 en un escenario de Compromisos Alcanzados.
- Inversiones en el Sector Energético: Se espera que las inversiones anuales totales crezcan entre un 2% y un 4% anual hasta alcanzar entre $2 y $3.2 billones de dólares en 2040. Las tecnologías de descarbonización liderarán el crecimiento de la inversión.
Impacto en Latinoamérica
Clemens Müller-Falcke, socio de McKinsey, destaca el papel clave de Latinoamérica en la transición energética, con recursos renovables para descarbonizar sus necesidades y exportar electricidad renovable.
McKinsey enfatiza la necesidad de correcciones sustanciales en todas las industrias y geografías, con señales de precios positivas e innovación para superar los desafíos y cumplir los compromisos climáticos globales.