Lorena Rienzi, Consultora de ADEN, International Business School
De la clásica película: «Sálvense quien pueda» a la nueva serie: «Me pongo en tus zapatos»
Cuando escribía este artículo me preguntaba a mi misma: ¿Por dónde comenzar sobre un
tema que se han escrito libros, dado conferencias, y hablado tanto pero tanto?
Y llegué a la conclusión de comenzar por responder la pregunta: ¿Qué es la inteligencia
emocional en el Liderazgo?
Desde mi experiencia como coach y formadora profesional en temas de management, la
inteligencia emocional en el Liderazgo siento que es cuán eficazmente un líder es capaz de
ponerse en la piel de la otra persona, sin tener los mismos problemas, necesidades,
expectativas, o estar en el mismo proceso vital – profesional.
Sería algo así como ser capaz de tener en cuenta, identificar, evaluar, controlar y expresar
sus emociones, para que desde su lugar y con humildad, pueda entender a sus empleados
y equipos; empatizando y conectando genuinamente con ellos.
Muchos de nosotros hemos trabajado en nuestra actividad profesional esta habilidad de liderazgo denominada «blanda», y por ello, somos conscientes que la inteligencia emocional es uno de los factores clave para el éxito en el lugar de trabajo.
Cuando filmamos el capítulo Inteligencia Emocional en el Liderazgo en mi canal de YouTube recordé al psicólogo americano Daniel Goleman, quien precisó los elementos clave de la inteligencia emocional para los líderes. Estos son:
- Autoconocimiento; 2. Autorregulación; 3. Motivación; 4. Empatía; 5. Habilidades sociales.
Pese a que han transcurrido unos cuantos años, hoy más que en el pasado, en mi actividad diaria, y con un enfoque cada vez mayor en la inclusión y el bienestar mental en las empresas y organizaciones, las personas que lideran reconocen la importancia de estos 5 elementos. Y que hoy, más que en el pasado, el papel de su inteligencia emocional coge un impacto real cuando redescubren el ejercicio del Liderazgo hacia un Liderazgo de Servicio.
¿Cuáles son los beneficios en desarrollar y usar la inteligencia emocional a quienes lideran?
Crear, promover y fomentar la cultura diversa y positiva que las organizaciones necesitan para adaptarse a los cambios actuales, contratar y retener los mejores talentos, y potenciar los resultados del negocio son algunos de ellos.
Por ello, enfocarnos en desarrollar la inteligencia emocional en el estilo de liderazgo es un punto clave a la hora de:
- Potenciar el compromiso: dado a que favorece a desarrollar una cultura de trabajo positiva y productiva.
- Mejorar la comunicación en todos los niveles: ayuda a generar confianza, sacando lo mejor de las personas potenciando el talento y las habilidades disponibles en los equipos por parte de los líderes.
- Fomentar el intercambio de ideas: dado a que cuando las personas nos sentimos seguras confiamos, nos solemos sentir más creativas e innovadoras. Y recibimos de una forma abierta la crítica constructiva.
- Resolver conflictos: nos facilita el hecho de reconocer los problemas como el estrés, el gotamiento o un ambiente negativo-disonante que a veces se produce como consecuencia del día a día, lo que permite frenar antes de que esto se vuelva un problema mayor.
- Gestionar el cambio: contribuyendo a fortalecer la resiliencia y ayudar a que podamos adaptarnos al cambio y a convivir con la incertidumbre propia de los tiempos actuales.
En resumen: las neurociencias han demostrado que las neuronas espejo nos ayudan a aprender una acción al observar, y a comprender las acciones de los demás, lo que puede afectar sus propios comportamientos y decisiones. Los principios psicológicos de la inteligencia emocional se aplican en igual medida al trabajo y a nuestras vidas fuera de él.
Y las personas nos caracterizamos por ser dependientes de otras personas desde la infancia.
Por tanto: la empatía que se obtiene gracias a estas neuronas es la que permite a los seres humanos adaptarse a esta dependencia en pro del desarrollo de la sociedad.
Los sentimientos negativos aumentan nuestras expectativas de error, o amenaza, y tienen a generar una tendencia de comportamiento de desconfianza de los demás y un estilo de mentalidad y comportamiento de «sálvese quien pueda», limitando nuestras posibilidades
y oportunidades.
De lo contrario, las emociones positivas nos ofrecen un pensamiento positivo, una inclinación a querer aprender nuevas habilidades y aumentan nuestra voluntad y disposición por conectarnos con las personas pudiendo ser capaces de ponernos en sus zapatos.
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